Seguro que tienes una pandilla de amigas del cole/instituto, quizás también de la facultad, o de la falla, o de… en fin, que probablemente tengas en tus círculos cercanos a 50 amigas y conocidas. Estoy convencido de que me quedo corto. Pues bien: de las 50, al menos 6 tendrán un cáncer de mama (CM). ¿Te parece mucho? No lo es.
De acuerdo con las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 8 mujeres sufrirán un CM.
Los ginecólogos vemos todos los meses a muchas mujeres que han tenido un CM. Esto es debido a que hay muchos casos y a que la supervivencia es muy alta – más del 95% de las mujeres de los casos diagnosticados en estadios iniciales se curan-. Estamos intentando normalizar la palabra “cáncer” y mostrar que hay que recuperar la vida normal tras haber superado la enfermedad. Sin embargo, a veces no es fácil ya que tanto la enfermedad como los tratamientos alteran la calidad de vida, la imagen corporal y la función sexual de muchas pacientes. Para intentar superar este problema, al equipo de tratamiento del CM se incorporan actualmente nuevos profesionales con perfiles diferentes: la enfermera especializada y la psico-oncóloga, que ofrecen apoyo informativo y psicológico.
Pero los médicos no olvidamos que la cirugía es la base del tratamiento en todas las pacientes con CM. Es un hecho que cada vez somos menos agresivos al operar: antes se resecaba siempre la totalidad de la mama y de los ganglios axilares; actualmente la cantidad de tejido resecado – en mama y en axila- es mucho menor. Los resultados reconstructivos y cosméticos, así como la calidad de vida, son cada vez más importantes. Sin embargo, pese a que las cirugías son menos agresivas, seguimos operando a todas las pacientes. En algunos casos todavía resecamos toda la mama – ¡a veces es la paciente la que nos lo pide! -.
Antes de seguir, me gustaría diferenciar 2 tumores que en ocasiones se confunden por la similitud de sus nombres pero que son completamente diferentes: el carcinoma infiltrante (CI) y el carcinoma in situ (CIS) de mama. El CI es realmente un cáncer al haber atravesado las defensas del cuerpo y constituye una amenaza para la vida de la paciente. El CIS es una lesión premaligna que no ha infiltrado el organismo y que no amenaza a la vida de la paciente. Algunos CIS infiltrarán y se convertirán en CI y otros no lo harán. El problema es que aún no somos capaces de distinguir qué CIS progresarán a CI. Por ese motivo, los resecamos todos quirúrgicamente.
Para contestar a la pregunta del título de este post: “Cáncer de mama: ¿un futuro sin cirugía?”, se están llevando a cabo estudios en varios países en los participan pacientes con CIS de bajo riesgo, es decir, que presentan una muy baja probabilidad de que progresen a CI. Se les ofrece sustituir la cirugía mamaria por una VIGILANCIA ACTIVA (control con frecuentes mamografías). Pensamos que muchas pacientes con CIS nunca evolucionarían a CI. Aunque todavía no tenemos resultados, la VIGILANCIA ACTIVA podría constituir una alternativa viable para este grupo de pacientes: sería la primera vez en la historia en la que un grupo de pacientes con CM no necesita operarse.
Es verdad que la VIGILANCIA ACTIVA genera dudas: ¿las pacientes preferirán someterse a más vigilancia, con la ansiedad que genera, para evitar una cirugía mínimamente invasiva y con resultados estéticos excelentes? No lo sabemos… Algunas sí y otras no.
Lo que sí sabemos es que, en última instancia, se ofrecerá el tratamiento que mejor se adapte al perfil de la paciente.
En Clínica Millet pensamos que la medicina personalizada, en la que la paciente bien asesorada, es el centro de las decisiones terapéuticas es la que mejores resultados proporciona.
Dr. José Vila
Valencia a 12 de octubre de 2022
------ - Clínica Millet - Clínica de la Mujer Médicos especialistas en ginecología, reproducción, diagnóstico prenatal, preparto y posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética en Valencia.