Si me lees es probable que hayas tenido un cáncer de mama (CM) u otro tipo de tumor. Quizás lo haya tenido un familiar o un amigo: ¡todos conocemos a alguien que ha tenido un cáncer! He revisado las cifras de 2019 y sólo en ese año fallecieron por cáncer 10 millones de personas en el mundo. Imaginad que cada año – año tras año- desapareciese una ciudad como Londres por culpa de una enfermedad. Uufffff…
Por suerte, el CM, aunque es el segundo tumor más frecuente, tiene una altísima tasa de supervivencia, – superior al 83%- ya que se diagnostica tempranamente y se trata eficazmente. Por ello, los ginecólogos tenemos que cuidar de la salud de muchas supervivientes durante muchos años. Voy a referirme sólo al CM pero lo que os expondré en este post puede extrapolarse a otros tumores.
Si has tenido un CM y estás siendo tratada en estos momentos – especialmente si recibes un inhibidor de aromatasa (IA) como el Letrozol o el Anastrazol- notarás sequedad vaginal, relaciones sexuales “difíciles”, irritación/dolor vulvares; también es probable que notes molestias urinarias: dolor al orinar, frecuentes infecciones, urgencia para ir al baño. A todos estos síntomas se les llama genéricamente SGUM (de Síndrome Genital-Urinario de la Menopausia).
Más de la mitad de las mujeres que toman IAs presentan un SGUM para el que no reciben tratamiento. ¿Por qué? Algunos médicos consideran que es un problema menor, que no vale la pena tratarlo y muchas pacientes desconocen que hay tratamientos eficaces y muy seguros. También hay mujeres que tienen miedo… He visto de todo. Por esto escribo este post, para informar de los fármacos que pueden ayudar a tratar el SGUM si has tenido un CM. Si una sola paciente, una sola, tras leer estas líneas, pregunta a su ginecólogo por las soluciones a su problema, ya habrá valido la pena.
¿Empezamos? Seré breve 😊
La Sociedad Internacional de Menopausia (IMS) considera que el primer tratamiento del SGUM son las cremas hidratantes. Estas cremas aumentan el grosor de la mucosa vaginal y mejoran su ph. Su efecto dura dos o 3 días por lo que se administran dos o 3 veces por semana. En mi experiencia, sirven para cuadros leves, pero cuando los síntomas son más severos no aportan gran cosa. Mi consejo es que las uses desde el minuto 1, sin miedo a sobrepasar la dosis recomendada si es necesario. Nunca he oído que una vagina pueda estar “demasiado” hidratada.
Cuando estas cremas son insuficientes, se pueden usar estrógenos tópicos a dosis bajas. La mayoría de los estudios muestra que su uso no aumenta las recidivas tumorales ya que las dosis son muy bajas. La decisión sobre si iniciar el tratamiento debe individualizarse. Personalmente hablo siempre con el oncólogo de la paciente para consensuar el tratamiento. En las pacientes que están siendo tratadas con un IA no suelo dar estrógenos tópicos: prefiero que el oncólogo interrumpa el tratamiento con IAs y lo sustituya por Tamoxifeno. Si tomas Tamoxifeno, los estrógenos tópicos no conllevan riesgos. Hay estrógenos a dosis bajas en forma de cremas, anillos, óvulos y tabletas vaginales. Los he pautado en todas sus formas y no he visto diferencias en cuanto a eficacia: la comodidad es lo que más importa la hora de decidir. ¿Lo más importante? Las dosis bajas de estrógenos tópicos no aumentan los niveles de estradiol en sangre ni las recidivas tumorales por lo que son seguros, especialmente en pacientes tratadas con Tamoxifeno.
En los últimos años han aparecido en el mercado 2 tratamientos muy interesantes: la Prasterona (Intrarosa) y el Ospemifeno (Senshio). Los conozco bien y os voy a comentar mi experiencia.
Empezaré con la Prasterona. Lo encontraréis en las farmacias con el nombre de INTRAROSA, óvulos vaginales (dosis: 1/día). El principio activo es una sustancia que, cuando se metaboliza dentro de las células vaginales, se transforma en estradiol (estrógeno) y testosterona (andrógeno). Lo importante aquí es que esta transformación – del principio activo a estrógeno y andrógeno se produce EN EL INTERIOR de las células. Así, los niveles hormonales en sangre no aumentan y el efecto queda limitado a la vagina. A las 12 semanas de tratamiento las vaginas ya muestran mejorías importantes. Además, INTRAROSA podría mejorar también la libido a través de un mecanismo que todavía no se conoce del todo: ¡ una de mis pacientes tuvo que abandonar el tratamiento por tener sueños eróticos diarios – si, has leído bien, DIARIOS- que le impedían dormir! ¿Mi experiencia personal con INTRAROSA? Buena. Aunque lo he pautado sobre todo en pacientes no oncológicas. el producto se tolera bien y, en las pacientes disciplinadas que lo mantienen durante 3 meses, es eficaz.
En Estados Unidos se acepta que las pacientes que han tenido un CM reciban INTRAROSA – si el resto de los tratamientos no han sido efectivos-. En Europa no se recomienda su uso. ¿Pecamos de excesiva prudencia? Que un producto se pueda usar en un país y no en otro me parece difícil de justificar…
El otro producto del que os quiero hablar hoy es el Ospemifeno. Su nombre comercial es SENSHIO comprimidos (1 al día). En España tiene indicación para tratar la atrofia vulvo-vaginal; además, frena la pérdida ósea y tiene un efecto inhibidor contra el CM. Las mujeres que hayan tenido un CM lo pueden usar siempre y cuando hayan finalizado el tratamiento oncológico. ¿Cómo no ver que podría ser el fármaco “ideal” cuando se ha padecido un cáncer de mama? Yo lo he prescrito con buenos resultados en estas pacientes. Además, me gusta mucho usarlo en mujeres con mutaciones BRCA que han sido sometidas a una anexectomía profiláctica pero que desean conservar sus mamas: estas mujeres pierden hueso rápidamente tras la cirugía, sus vaginas “sufren” por falta de hormonas y mantienen un riesgo elevado de desarrollar un tumor mamario; en estas mujeres Ospemifeno puede resultar de gran ayuda.
¿Inconvenientes? Aunque se ha descrito que puede producir sofocos, en mi experiencia éstos han sido leves y no han hecho abandonar el tratamiento. El único problema que he encontrado con Ospemifeno ha sido la desconfianza por lo que respecta a la seguridad del fármaco. Esto es lógico hasta cierto punto ya que las pacientes están muy sensibilizadas por su enfermedad. Lo que es menos entendible es la cerrazón de algunos oncólogos “mayores” que, desconociendo los efectos del fármaco: todo lo que suene a hormonas “es pecado” para ellos. Menos mal que las cosas están cambiando con las nuevas generaciones….
Por último, os quiero hablar del láser… De todos los tratamientos ha sido el “último en llegar” pero ya hay muchos estudios que muestran que, tanto asociado a otros tratamientos hidratantes y/o hormonales como administrado de forma aislada, es muy efectivo. En Clínica Millet disponemos de un láser y ya hemos realizado numerosos tratamientos con buenos resultados – algunos francamente espectaculares-. En otro post os contaré más cosas sobre el láser porque no quiero hacer un post demasiado largo. No dudes en mandarme un email si el tema te interesa y te informaré personalmente: a.millet@clinicamillet.es.
En resumen, ten presente que actualmente existen muchos posibles tratamientos contra la atrofia vulvo vaginal. Si has tenido un cáncer de mama y tienes ese problema, pregunta a tu ginecólogo si alguno de esos tratamientos te puede beneficiar.
Antón Millet Serrano
30 de agosto de 2022
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