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¿Cómo tratar la preeclampsia tras el parto?

La preeclampsia es una temible complicación del embarazo… y no es infrecuente: entre un 2% y un 4% de las embarazadas la padece en cada embarazo; dado que, en general, las mujeres tienen dos hijos, el riesgo real por paciente es del 4%-8%. Por si esto fuese poco, ciertos factores aumentan el riesgo: edad materna superior a 40 años, gemelares, obesidad y sobre peso, diabetes, hipertensión arterial previa al embarazo… ¿Os suena?  A mí sí: veo a muchas embarazadas que presentan al menos 2 de estos factores. No voy a entrar a comentar porqué las embarazadas son cada vez de más edad ni porqué aumenta la incidencia de sobrepeso o de gemelares. ¡Sólo os diré que en 2022 hemos atendido a dos embarazadas de 51 años!

¿Por qué es temible la preeclampsia? Con los años he aprendido a temerla por varias razones: no siempre es fácil de diagnosticar ya que adopta presentaciones muy diferentes: como un camaleón en la selva, no lo ves hasta que lo tienes encima. Además, tras el diagnóstico puede progresar muy rápidamente – puede poner en peligro la vida de la madre y/o del bebé- y no tiene un tratamiento eficaz.

Vaya panorama… ¿eh? Pues de entre todo esto, una de las cosas más peligrosas es la aparición tardía de una preeclampsia no diagnosticada durante el embarazo – o diagnosticada pero considerada leve-.  Aunque esta forma de presentación no es frecuente – la mayoría de las preeclampsias se solucionan tras la extracción del bebé/placenta-, a veces la enfermedad se recrudece tras el parto. ¡En otros casos la enfermedad incluso aparece “de Novo” tras el parto cuando el equipo médico y la familia han bajado la guardia!

¿Por qué ocurre esto justo tras el parto? No está muy claro… Influyen mucho los cambios en la redistribución de los líquidos que se producen aproximadamente 3 a 6 días tras el parto. ¡En algunos casos las mujeres ya han sido dadas de alta del hospital y no están siendo controladas! … Imaginad la situación ☹

Por lo que respecta a los líquidos, voy a intentar explicar de un modo sencillo un proceso complejo y poco conocido: debéis saber que durante el embarazo se acumulan líquidos – por si durante el parto se produce una hemorragia y se necesita sangre-. El líquido se almacena tanto dentro las venas como fuera de ellas, dando lugar a los tan conocidos edemas de las embarazadas. ¿No recuerdas cómo tenías las piernas en las semanas previas al parto?

Tras el parto, los líquidos “sobrantes” debe ser orinados y el primer paso es introducir esos líquidos desde fuera de las venas al interior de ellas para que pueda llegar a los riñones. La entrada de grandes cantidades de líquidos dentro del torrente sanguíneo en los primeros 3 días tras el parto puede generar en las mujeres con preeclampsia un agravamiento del cuadro. De hecho, la preeclampsia que se manifiesta en el post parto inmediato se asocia con una incidencia aumentada de problemas cerebrales. En algunos casos las madres presentan intensos dolores de cabeza mientras que, en otros, se pueden presentar incluso hemorragias cerebrales que pueden conllevar lesiones de una enorme gravedad.

Recuerdo el caso reciente de una joven embarazada tratada en Clínica Millet: el resumen es que la paciente, una chica de 27 años y sin patología previa, estaba embaraza de gemelos. A partir de la semana 35 desarrolló unos edemas muy marcados en las piernas. Sus tensiones no eran alarmantemente altas, la última era de 148/84 en semana 36 y media y decidimos finalizar la gestación en semana 37 por cesárea, dado que el primer gemelo estaba de nalgas. La cesárea discurrió sin incidencias y fue en las primeras horas tras el parto cuando se produjo un aumento de las tensiones… ¡que llevó a una hemorragia cerebral! Para que podáis dormir tranquilos os diré que la historia tuvo un final feliz… menos mal.

¿Cuál es “MI” Moraleja?  toda paciente con preeclampsia severa o aquellas con grandes edemas deben ser controladas estrechamente tras el parto: creer que los peligros desaparecen tras el parto es de una peligrosa ingenuidad. En todas las pacientes con preeclampsia indico un seguimiento tensional cada 2 horas tras el parto y si las tensiones están elevadas, instauro un agresivo tratamiento antihipertensivo. En muchos casos remito a la paciente a la unidad de cuidados intensivos (UCI) para que pase allí 3 o cuatro días completamente monitorizada. Aunque es duro – separa a la paciente de su familia y a veces incluso del recién nacido– la experiencia me ha enseñado que relajarse en esas primeras horas/ días de postparto puede suponer un error fatal.

 

Antón Millet

17 de julio de 2022

------ ginecologos valencia-
Clínica Millet - Clínica de la Mujer
Médicos especialistas en ginecología, reproducción, diagnóstico prenatal, preparto y posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética en Valencia.
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