¿Tienes más de 40 años y quieres tomar anticonceptivos?
Si superas los 40, eres obesa o tienes varices, este post es para ti.
Hace unos días me contaron el caso de una paciente de 42 años, delgada y no fumadora que tuvo una trombosis en la pierna. Tomaba anticonceptivos órales. El ginecólogo que me lo dijo se hacía en voz alta una pregunta que me dejó sorprendido por su ingenuidad: ¿Cómo es posible tener una trombosis sin factores de riesgo?
Muchos médicos, incluyendo a los ginecólogos, han olvidado las clases de hematología de la carrera. Yo soy un poco “friki” y las sigo repasando de vez en cuando. La función de los trombos es defendernos de las hemorragias: los trombos taponan los vasos sanguíneos rotos y evitan sangrados excesivos. Lo que muchos médicos han olvidado es que, al mismo tiempo que se forma el trombo, se activa el proceso de destrucción del trombo para que este no se extienda y nos convirtamos en ” morcillas andantes”. En realidad, para limitar la extensión del trombo se activan dos sistemas: el antitrombótico y el fibrinolítico. El primero evita que se formen más trombos de los necesarios y el segundo destruye el trombo que se ha formado una vez ha dejado de ser necesario. ¿En resumen? El sistema trombótico y el sistema antitrombótico están en un continuo y dinámico equilibrio.
Y ahora hablamos de anticonceptivos…
Los anticonceptivos están compuestos “grosso modo” por dos familias de hormonas: Los estrógenos y la progesterona. No os voy a aburrir con detalles y me centraré en el riesgo de trombosis: El componente hormonal que aumenta el riesgo de trombosis es el estrógeno. ¿Qué factores condicionan que un anticonceptivo sea más estrogénicos que otro? fundamentalmente el tipo de estrógeno y su dosis. Lo que la industria farmacéutica ha intentado es reducir la dosis y utilizar compuestos con bajo efecto trombogénico. Si estás tomando anticonceptivos mira el nombre del estrógeno y verás que probablemente ponga: “Etinilestradiol”. Personalmente es un estrógeno que cada vez uso menos puesto que es el que más trombosis genera debido a su efecto hepático. Actualmente suelo pautar anticonceptivos órales sin Etinilestradiol ya que lo han sustituido por Estradiol natural (nombres comerciales: Qlaira, Zoely) o Estetrol (Drovelis).
Seguro que alguna de vosotras me dice que está tomando un anticonceptivo sin estrógenos, sólo con progesterona. Ya escribí en su momento un largo post sobre Slinda. Es un fármaco con el que he ido ganando mucha experiencia y estoy muy satisfecho: su tolerancia y su seguridad son muy buenas. La única diferencia con los anticonceptivos de los que os he hablado en el párrafo anterior es que Slinda no genera reglas. Para mí no es un problema, pero algunas chicas jóvenes desean ver la regla cada mes y Slinda no es para ellas.
Volviendo al riesgo de trombosis, seguro que deseas saber si puedes tomar anticonceptivos de forma segura. Tu ginecólogo debe valorar tu riesgo trombótico antes de prescribirte un anticonceptivo. La experiencia me dice que eso no siempre es sencillo. Es muy importante que te quedes con esta idea: el riesgo de trombosis depende de la interacción de ciertas predisposiciones genéticas y de factores medioambientales (toma de anticonceptivos, periodos de inmovilización, cirugías, embarazo, postparto, tabaco…). Aunque en algunas familias existen ciertas alteraciones genética que predisponen a fabricar trombos – se llaman trombofilias-, en la mayoría de las mujeres no existe una predisposición familiar y el ginecólogo no es capaz de cuantificar fácilmente el riesgo.
La industria farmacéutica está trabajando para desarrollar tests de cribado de alto riesgo de trombosis, pero actualmente seguimos dependiendo de la existencia de factores de riesgo familiares y ambientales para determinar el riesgo trombótico.
¿Conclusión? Siento ser cansino, pero debes hacer mucho ejercicio y comer alimentos sanos y naturales. Mantén tu peso dentro de lo normal para tu edad y altura: ni por arriba ni por abajo. Si tienes antecedentes familiares o personales de trombosis, díselo a tu ginecólogo. No se te ocurra fumar ya que aumenta muchísimo el riesgo de trombosis. Si ya eres fumadora, pide ayuda para dejar de serlo: nunca ha habido tantas facilidades para dejar de fumar como ahora. Si haces un viaje largo en avión, recuerda caminar frecuentemente por el pasillo, hidratarte bien y lleva un calzado cómodo que te permita mover los dedos de los pies. Si estás embarazada o has dado a luz recientemente, llevar medias de compresión puede reducir el riesgo de trombos. si deseas tomar anticonceptivos, elige preparados de baja dosis y si puede ser que lleven estradiol o estetrol. Slinda también es una opción magnífica.
¡Ah! Y no acabes este post pensando que si te cuidas y no tienes antecedentes familiares ni personales de trombosis, tu riesgo es bajo ya que… tu riesgo sigue siendo un enigma por descifrar.
Dr. Antón Millet
------ - Clínica Millet - Clínica de la Mujer Médicos especialistas en ginecología, reproducción, diagnóstico prenatal, preparto y posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética en Valencia.