Apnea de sueño, insomnio y síndrome de piernas inquietas
Clínica Millet Valencia
El sueño, como cualquier otro fenómeno biológico, presenta mucha variabilidad y muchas alteraciones diferentes. El embarazo puede agravar estos trastornos. De hecho, se supone que una de cada 5 mujeres ya tiene problemas para dormir cuando se queda embarazada. Aunque hay muchos trastornos del sueño, los más frecuentes durante el embarazo son tres: las apneas obstructivas del sueño (AOS), el insomnio y el síndrome de piernas inquietas (SPI).
En este breve post no pretendo explicarlo todo con detalle: simplemente os voy a dar unas pinceladas para qué os hagáis una idea general de en qué consisten estos problemas y cómo se pueden tratar. Si necesitáis más información y/o ayuda, podéis poneros en contacto con nuestra clínica.
¿Empezamos con las apneas? Como ginecólogo he visto varios casos y, en general, son fáciles de diagnosticar: la paciente típica es una embarazada obesa – cuanto más obesa y más edad, mayor es el riesgo- que dice levantarse cansada y estar cansada a lo largo del día, se duerme incluso conduciendo; también está irritable y tiene dificultades para concentrarse. Cuando le preguntas a su pareja, te dice que su mujer ronca mucho. Bingo, no falla. ¿Por qué es importante diagnosticar a estas pacientes? Porque sufrir apneas obstructivas durante el sueño aumenta el riesgo de diabetes mellitus, de hipertensión arterial, de partos prematuros y de trastornos del crecimiento fetal. El tratamiento es usar una CPAP durante el sueño – es un dispositivo que facilita la entrada de aire en tus pulmones mientras duermes-. Si ya usabas una CPAP antes del embarazo, puedes seguir usándola hasta el parto.
El segundo problema del que os quiero hablar es el insomnio. Se define como la dificultad para iniciar y/o para mantener el sueño en al menos 3 días a la semana. Es bastante frecuente: afecta al 25% de las embarazadas en primer y segundo trimestre y al 60% de las embarazadas en tercer trimestre y post parto.
Los expertos en sueño piensan que para que una persona tenga insomnio tiene que haber factores predisponentes – genéticos, psiquiátricos, sociales (ruido, iluminación)-, factores desencadenantes – pico de stress, brote de enfermedad psiquiátrica, dolores propios del embarazo, náuseas y vómitos que despiertan a la paciente por las noches- y factores que mantengan el trastorno en el tiempo – cualquiera de los anteriores-.
Igual que en el caso de las apneas obstructivas del sueño como el insomnio aumenta el riesgo de diabetes, prematuridad, ansiedad y depresión. ¿Cómo tratarlo? La base del tratamiento es potenciar la higiene del sueño y la psicoterapia. También se pueden dar algunos fármacos. Es importante evitar los remedios “naturales” a base de valerianas, melatonina,… ya que no existen estudios que demuestren la seguridad de estos tratamientos ni su eficacia. Yo suelo prescribir cómo fármaco de elección la Doxilamina (Dormidina). Si el tratamiento fracasa remito a la paciente a algún compañero psiquiatra para que paute Doxepina – antidepresivo tricíclico- o Zolpidem – benzodiacepina-.
Por último, os voy a hablar del síndrome de piernas inquietas (SPI). Consiste en necesitar mover las piernas en los periodos de inactividad, especialmente cuando una está obligada a estar quieta. De día es fácil d sobrellevar puesto que se puede caminar pero de noche supone un problema y altera el sueño.
Es más frecuente de lo que crees qué: afecta al 8% de las embarazadas en primer trimestre, al 16% en segundo trimestre y al 20% en tercer trimestre; sin embargo la incidencia disminuye rápidamente tras el parto.
En muchos casos, la paciente tiene familiares que también sufren este síndrome. En otros muchos casos está relacionado con la toma de psicofármacos y/o de fármacos antihistamínicos. Por último, se ha relacionado el síndrome con falta de hierro en el líquido en el que está bañado el cerebro (líquido cerebroespinal) y la administración de suplementos de hierro puede mejorar el cuadro.
Igual que en el resto de las alteraciones del sueño, se ha relacionado el SPI con la hipertensión arterial, la preeclampsia y la depresión.
La base del tratamiento no es farmacológica: cuidar la higiene del sueño – ya hemos hablado de ella antes- y hacer estiramientos antes de acostarse. Los masajes pueden ayudar. En caso de que la paciente tome algún medicamento, es recomendable retirarlo o sustituirlo por fármacos que no aumenten el riesgo de SPI. En última instancia se pueden administrar tratamientos farmacológicos.
En clínica Millet tenemos bastante experiencia con pacientes que han tenido trastornos del sueño. En general, las embarazadas responden bien a los tratamientos más sencillos, pero en algún caso hemos tenido que pedir ayuda a neurólogos y psiquiatras.
Espero que no sea tu caso…
Dr. Antón Millet
------ - Clínica Millet - Clínica de la Mujer Médicos especialistas en ginecología, reproducción, diagnóstico prenatal, preparto y posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética en Valencia.