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Doctor, ¿mi hija tiene ovarios poliquísticos?

Desde hace años veo a muchas pacientes con trastornos hormonales – y menstruales- en el Hospital Clínico de Valencia. Frecuentemente son chicas jóvenes que viene con sus madres. Suelo decir, medio en broma medio en serio, que trabajo el doble: tengo que tratar a las hijas y tranquilizar a las madres. Cuando las pacientes tienen retrasos menstruales, sobrepeso y signos de hiperandrogenismo (acné, piel grasa, caída del cabello, exceso de vello) siempre pienso en el Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP). En muchos casos las pacientes vienen con un diagnóstico previo de “quistes en los ovarios”. Las madres me preguntan preocupadas: ¿Esos quistes son peligrosos? ¿Se irán solos? ¿Tienen tratamiento? ¿Serán un problema para tener bebés?

El SOP es el trastorno hormonal más frecuente antes de la menopausia – lo sufren el 10% de las mujeres-: ya hemos hablado de él en este blog, explicando lo que es y cómo afecta al metabolismo de las mujeres. Para el diagnóstico hay que tener reglas irregulares, signos de hiperandrogenismo y en las ecografías se ven ovarios agrandados y llenos de “quistecitos”.

En mujeres adultas tanto el diagnóstico como el tratamiento del SOP son bien conocidos. El problema surge con las adolescentes… ¿Por qué? Porque muchas adolescentes “normales” tienen alteraciones menstruales, signos de hiperandrogenismo, obesidad y pequeños quistes ováricos debidos a su edad. El ginecólogo, en este caso yo ☹, tiene que determinar si la paciente sufre un SOP o sus síntomas son sólo secundarios a su “inmadurez hormonal”.

Recordad que la primera regla suele bajar con 11-12 años. Los retrasos menstruales son habituales tras la primera regla pero se corrigen espontáneamente en los siguientes 2-3 años. Cuando los retrasos menstruales persisten con 15 años, suelen ser secundarios a un SOP. Por el contrario, cuando una niña tiene reglas cíclicas, es difícil que desarrolle retrasos menstruales más tarde. Por eso, es importante que las madres estéis atentas: si tenéis hijas de 15 años con ciclos demasiado largos (6-8 semanas), es probable que no sea un trastorno pasajero y es mejor descartar un SOP.

Los signos de hiperandrogenismo tampoco son fiables durante la adolescencia: el acné es demasiado habitual tanto en pacientes con SOP como en pacientes sanas. El exceso de vello es un marcador mucho más fiable y aumenta con los años. Para determinar si hay demasiados andrógenos la exploración física y la analítica son esenciales.

Por último, el aspecto multiquístico de los ovarios en las ecografías es frecuente en las adolescentes sanas por lo que tampoco sirve para diagnosticar un SOP.

¿Cuál es mi forma de tratar a estas pacientes? Lo he ido modificando con los años y ahora insisto mucho en que hay que HACER UN SEGUIMIENTO INDIVIDUALIZADO. Considero fundamental valorar la evolución de los síntomas – acné, vello, trastornos menstruales- y valorar la aparición de complicaciones – alteraciones metabólicas, obesidad-. Estoy atento a diagnosticar precozmente una diabetes y no olvido el impacto psicológico que los síntomas tienen en las adolescentes. La ansiedad y la depresión son frecuentes. ¡Me enfoco sobre todo en mejorar la calidad de vida y en reducir los riesgos a largo plazo!

Para no alargarme demasiado, hablaré del tratamiento de las adolescentes en otro post. Os adelanto que el ejercicio y el control de peso son esenciales. Los anticonceptivos orales también son muy beneficiosos. La metformina es una opción en pacientes que no pueden perder peso, que no toleran los anticonceptivos o que tienen más riesgo de diabetes. La metformina no mejora los signos de hiperandrogenismo; para el tratamiento de éstos es mejor utilizar fármacos antiandrógenos: la flutamida, el ácido retinoico y el acetado de ciproterona – el que más me gusta-. Por último, las cremas anti- vello y/o la depilación láser, aisladas o combinadas con los tratamientos anteriores, suelen ser eficaces.

¿Una conclusión? La experiencia me ha enseñado que el diagnóstico de SOP es difícil en pacientes adolescentes ya que muchas chicas sanas tienen síntomas que se solapan con los de las pacientes con SOP. Cada vez individualizo más los tratamientos, intentando que las pacientes pierdan peso. Insisto mucho en mejorar la calidad de vida física y psicológica. Por lo que respecta a los fármacos, aunque existen menos datos avalando su eficacia, mi experiencia es amplia y satisfactoria porque se obtienen buenos resultados.

Por último, y no menos importante, tranquilizo a las madres: les digo que el pronóstico es bueno a largo plazo si son capaces de ayudarme a mantener motivadas a sus hijas. El camino es largo.

 

Antón Millet

Clínica Millet

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Clínica Millet - Clínica de la Mujer
Médicos especialistas en ginecología, reproducción, diagnóstico prenatal, preparto y posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética en Valencia.
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