Hace unos días cayó en mis manos un artículo de periódico que contaba el caso de una anciana americana – 95 años- que seguía participa con regularidad en competiciones de atletismo. Me intrigó mucho. ¿Cómo se puede vivir mucho con salud?, ¿Es una cuestión de genética favorable que sólo unos pocos poseen?
He indagado en los componentes que requiere la pócima de la eterna juventud y la genética no parecer ser un factor de primer orden. Los estudios epidemiológicos con gemelos sugieren que la longevidad está genéticamente determinada en no más del 25%-30%. Los cromosomas van “acortándose” con los años y se ha intentado relacionar el proceso de acortamiento cromosómico con el envejecimiento; sin embargo, la mayoría de las pacientes de edad avanzadas tienen un acortamiento cromosómico “estándar”, similar a la de pacientes que fallecen a edades más tempranas.
Por lo que respecta a la dieta, se ha comprobado que las personas longevas toman una dieta variada, que no tiene porque ser una dieta “especial”: no se ha podido demostrar que ciertas dietas seleccionadas permitan vivir más años. Lo importante es que las dietas sean variadas y equilibradas.
En la mayoría de los casos, sin embargo, un factor esencial de la ancianidad “saludable” es la actividad física: el ejercicio mantiene la salud cardiaca y potencia la fuerza y al resistencia muscular. Muchos estudios muestran que el ejercicio protege también el cerebro, promoviendo las conexiones neuronales de ciertas áreas cerebrales, en concreto ciertas áreas relacionadas con la memoria. ¡Para desarrollar la mente haz muchos sudokus y mucho deporte!
La vida activa permite envejecer más despacio.
Las 6 reglas de la longevidad son:
– Muévete: haz ejercicio
– Duerme bastante.
– Mantén una vida social satisfactoria
– Cree en algo.
– Empieza ya.
– No lo hagas si no te gusta.
Nada que no hayamos escuchado 1 millón de veces; quizás esta es la cuestión. Además, cada caso es único.
El confort no promueve las relaciones: el discomfort lo hace. El espíritu de superación también es importante. Nadie critica a una persona de más de 65 años si no hace deporte pero algunos lo hacen. Superarse físicamente cada día incluso más allá de los 80 años: componente importante.
Tengo un amigo que practica esquí de fondo y cada año, en Navidades, recorre el equivalente a su edad en kilómetros. Empezó esta “tradición” con 30 años y cuando le pregunto cuándo parará me contesta: “nunca”.
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Clínica Millet - Clínica de la Mujer
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Además de envejecer más despacio, una vida activa te hace ser mucho más feliz!