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Cuidados del Suelo Pélvico en Clínica Millet

Fisioterapia y Recuperación Postparto en Valencia

He atendido cientos de partos y reconozco que hasta hace poco no he sido plenamente consciente de la magnitud del traumatismo que el parto supone para el suelo pélvico (SP) de las madres. Incluso el aumento de la presión intraabdominal durante el embarazo somete al SP a un gran estrés y el SP “sufre” incluso si se realiza una cesárea.

Este problema no es nuevo: ya en 1943, Howard Gainey, un ginecólogo americano, describió muchas lesiones musculares importantes del SP tras los partos. Sin embargo, se ha hecho poco para remediarlo.

¿Porqué? Personalmente creo que hay 2 razones importantes: La primera es que el diagnóstico de las lesiones musculares no era sencillo: muchas lesiones no se veían por imagen y se descubrían demasiado tarde; además, no era fácil medir la eficacia de los tratamientos. La segunda razón es que, si aparecían complicaciones postparto, los ginecólogos remitíamos a las paciente al urólogo (incontinencia de orina) o al proctólogo (incontinencia de heces y/o de gases). Ya no era un problema “nuestro”.

Pero en los últimos años se han producido avances sustanciales en las técnicas de imagen – resonancia magnética (RM) y ecografía- y hoy podemos ver con precisión las lesiones musculares que se producen durante el parto. Estos avances han abierto la puerta a cambios importantes.

Antes de seguir os quiero explicar brevemente la estructura del SP: está compuesto por un músculo, el músculo elevador del ano que recorre la pelvis de delante (pubis) a atrás (coxis). Delante, se inserta en forma de V en las ramas laterales del pubis y discurre hacia atrás, sujetando el recto/ano en su parte posterior. Entre los 2 fascículos del elevador del ano hay un espacio por el cual discurren la uretra por delante, la vagina en el centro y el recto/ano por detrás. La función esencial del músculo elevador es la de sostener los órganos pélvicos (útero, vejiga, recto) y abdominales contra la fuerza de la gravedad, la defecación, el parto…

Pues bien, actualmente la RM y las ecografías de última generación nos permiten ver que 2 de cada 5 mujeres sufren una lesión muscular muy grave durante el parto: se desgarran las inserciones púbicas de los 2 fascículos del elevador del ano, generando una debilidad del tono muscular que, en muchos casos, cuesta recuperar. Dar a luz a edades avanzadas aumenta el riesgo de que esto ocurra; el uso de fórceps también – ¡no lo uso nunca! -.

En los últimos años hemos aprendido que todas las mujeres con prolapso uterino tienen desgarrado el elevador del ano; además, la lesión muscular dobla el riesgo de prolapso. Por último, tras corregir quirúrgicamente un prolapso uterino, el riesgo de que la cirugía fracase y el prolapso reaparezca es doble si la paciente tiene desgarrado el elevador del ano.

¿Por qué escribo estas líneas? Por un lado, para informar a las mujeres de que un parto vaginal tiene grandes ventajas frente a una cesárea pero también inconvenientes.

Ahora que en CM disponemos de una unidad de recuperación del postparto y de fisioterapia del suelo pélvico, espero poder incidir tanto en la prevención como en la recuperación del SP tras el parto.  En Clínica Millet vamos a cuidar el SP mucho antes de que acabe la gestación y lo seguiremos haciendo tras el parto.

Antón Millet– Clinica Millet.

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Clínica Millet - Clínica de la Mujer
Médicos especialistas en ginecología, reproducción, diagnóstico prenatal, preparto y posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética en Valencia.
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