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Tomar el sol durante el embarazo

Durante el embarazo puedes tomar el sol de forma moderada. Tostarse como un lagarto no es recomendable para nadie, estés o no embarazada pero una exposición solar razonable conlleva algunos beneficios para madres y bebés.

Mientras tomas el sol, tu piel absorbe mayores cantidades de vitamina D, necesaria para absorber el calcio de los alimentos. La vitamina D fortalece tus huesos y previene la aparición de osteoporosis. Además, ayuda también a desarrollar los huesos de tu bebé. En 2009, un estudio concluyó que los niños cuyas madres tomaron el sol durante el embarazo crecieron medio centímetro más que los demás y a tener unos 12,75 centímetros cuadrados más de masa ósea. Es decir, que su constitución es más sana y robusta. Además de favorecer la absorción de calcio, la vitamina D ejerce un efecto mágico sobre nuestro estado de ánimo: ayuda a prevenir la fatiga y la depresión. Por eso, en los países nórdicos con pocas horas de sol, existen terapias antiestrés basadas en tomar rayos UVA.

Sol sí, pero sin pasarse: precauciones básicas.

Estar morena no lo es todo, y menos aún durante el embarazo. Las recomendaciones generales de evitar el sol entre las 11h y las 16h son muy importantes: nada de playa ni piscina entre esas horas. Hay que ponerse protección solar incluso para salir a la calle, y elegir la más adecuada para tu tono de piel. Si no eres de tez clara, 15 FPS es el mínimo recomendable para dar un paseo, y 30 FPS para tumbarte junto al mar. Recuerda que cada media hora conviene repetir la aplicación.

Además de estos consejos, que valen para gestantes y no gestantes, las embarazadas deben tener en cuenta algunos datos más:

Ojo con el calor

La temperatura de las embarazadas es un poco más alta que la del resto de las mujeres. Añadir calor externo aumenta el riesgo de parto prematuro. Aunque tu cuerpo regula correctamente su temperatura para que tu bebé esté a gusto, ¡no pongas a prueba tu organismo convirtiendo tu tripa en un horno!
Mantente hidratada y lo más fresca que puedas durante el verano.

No te tumbes boca arriba

Es mejor llevar una silla o tumbona que te permita tomar el sol semi-incorporada o ponte de lado. Al final del embarazo tumbarse boca arriba puede hacer que el peso de tu bebé presione la vena cava lo cual es peligroso para ti y el bebé. Una buena circulación sanguínea es importante para ambos.

Controla el ácido fólico

Especialmente en la primera etapa del embarazo. Los rayos UVA y UVB pueden reducir tus niveles de ácido fólico. El ácido fólico es esencial para la formación del sistema nervioso de tu bebé. Si estás de menos de tres meses, probablemente te habrán recetado un suplemento vitamínico con ácido fólico. No olvides tomarlo y haz que tus baños de sol sean agradables… pero cortos.

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Dr. Antón Millet • Ginecólogo

Clínica Millet • Clínica de la Mujer • Ginecología, obstetricia, reproducción asistida, diagnóstico prenatal, preparto, posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética.[/box_frame][/vc_column][/vc_row]

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