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Parto en casa: ¿es seguro?

Una reciente publicación de la organización británica NICE concluye que en un pequeño porcentaje de mujeres de bajo riesgo, se puede intentar un parto en casa. Yo no estoy de acuerdo. Es cierto que algunas publicaciones recientes han defendido que en pacientes de muy bajo riesgo (jóvenes, delgadas, sin anemia,…), atendidas por matronas experimentadas y con domicilios cercanos a un hospital, los riesgos de los partos en casa son mínimos. Esta idea aparece de forma recurrente y cala en algunos grupos con cierta intensidad. Sin embargo, sólo el 1% de las mujeres da a luz en casa en los países desarrollados. ¿Por qué?

Porque los partos en casa no están exentos de riesgos. Hasta principios del siglo XX la morbi-mortalidad materno fetal en el parto era muy alta: el 10% de los fetos y el 1% de las madres fallecían. Desde mediados de siglo, coincidiendo con la transferencia del acto de dar a luz al ámbito hospitalario, se redujeron drásticamente – pero no se eliminaron- estas cifras. Sé perfectamente que los partos de bajo riesgo pueden ser controlados de forma segura por las matronas y que podemos complacer a las mujeres que desean que no intervengamos en el parto o lo hagamos mínimamente (no epidural, no oxitocina, no romper la bolsa de las aguas artificialmente, …) Sin embargo, también sé que muchas complicaciones aparecen súbitamente y es esencial poder resolverlas en cuestión de minutos.

Existen dos parámetros para valorar la seguridad de los partos en casa: la tasa de lesiones graves/muertes del bebé y de lesiones maternas graves. Dado que todas estas tasas son muy bajas, harían falta estudios con millones de mujeres para llegar a conclusiones fiables. Sin embargo, los datos que nos llegan de países con mayor tradición de parto domiciliario – Inglaterra, Holanda- sugieren que el riesgo de lesión grave/muerte fetal es 3 veces más alto en los partos en casa frente a los hospitalarios. En un 10% de los partos en casa es necesario el traslado a un hospital. Respecto a la mortalidad materna, es cierto que es muy baja en pacientes de bajo riesgo; sin embargo, en muchos casos los riesgos no se conocen hasta que surgen las complicaciones (problemas de coagulación, alergias, problemas cardíacos, neoplásicos…). ¡En un hospital estos problemas se pueden afrontar mucho más rápido – en cuestión de minutos- que en casa!

Estoy convencido de que es imposible asegurar al 100% que una paciente es “de bajo riesgo”. De hecho, en los países desarrollados, el 75% de las pacientes presentan algún factor de riesgo que desaconseja el parto en casa. Es imprescindible asegurar una atención especializada en cuestión de minutos. Una vez garantizada esta, podemos plantearnos que el parto sea “más natural”, personalizado y confortable: casi como en casa.. pero no en casa.

Antón Millet • Ginecólogo

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Clínica Millet - Clínica de la Mujer
Médicos especialistas en ginecología, reproducción, diagnóstico prenatal, preparto y posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética en Valencia.
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