Hace unos días asistí en el Hospital Clínico a un intento de versión externa. Es una maniobra para que los bebés que vienen de nalgas pasen a presentación de cabeza.
Después de mucho esfuerzo por parte de todo el equipo médico no conseguimos realizar con éxito la “versión cefálica externa” y finalmente tuvimos que recurrir a la cesárea. Por supuesto, la madre y el bebé se encuentran en perfecto estado ;), pero esta experiencia me ha demostrado que la técnica no resulta tan sencilla como parece y que sólo funciona en algunos casos.
A continuación os dejo un artículo documentado sobre esta técnica de “volteado” del bebé:
Versión cefálica externa para tratar las presentaciones de nalgas
Los partos de nalgas aumentan los riesgos para la madre/feto. Aproximadamente un 3%-5% de los embarazos a término son presentaciones de nalgas. El parto por cesárea no elimina, desgraciadamente, el riesgo de una extracción difícil de la cabeza fetal. Un estudio publicado en el año 2000 sugirió que la cesárea era la mejor opción para atender estos partos. En los últimos años, se ha cuestionado este hecho y se ha propuesto implantar de nuevo la versión externa.
La versión cefálica externa es una maniobra barata que se puede realizar ambulatoriamente. En principio es segura y, cuando se realiza a término, puede reducir el riesgo de parto vaginal de nalgas y el riesgo de cesárea. Sin embargo, antes de intentar este procedimiento se recomienda contar con un fácil acceso al quirófano por si se presenta alguna complicación urgente.
La versión externa ha demostrado que reduce el número de embarazos con presentación de nalgas cuando se realiza a término; cuando se realiza antes de término, los resultados no son tan satisfactorios. Se ha comunicado que alrededor del 70% de las inversiones externas son exitosas. Sin embargo, un alto porcentaje de estos casos vuelven a colocarse de nalgas antes del parto.
La maniobra consiste en ejercer una suave presión sobre la pared abdominal de la madre dirigida a provocar un giro completo del bebé de manera que las nalgas vuelvan al fondo del útero y la cabeza sea la parte que presente el feto. Aunque en teoría la maniobra no requiere de un médico altamente capacitado, la práctica si es recomendable ponerse en manos de un profesional que tenga experiencia. Se recomienda la auscultación de la frecuencia cardiaca fetal en todo momento así como administrar un fármaco tocolítico -reduciendo las contracciones uterinas-. Aunque no son frecuentes las complicaciones, no podemos olvidar que se puede presentar sangrado vaginal, desprendimiento de placenta e incluso muerte fetal.
Desde mi punto de vista, esta es una maniobra que puede ser de gran importancia en lugares con escasos recursos en los que la realización de una cesárea entraña altos riesgos para la madre o el bebé. En nuestro país, los beneficios son menores puesto que las cesáreas no entrañan un gran riesgo.
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Dr. Antón Millet • Ginecólogo en Clínica Millet
Clínica Millet • Clínica de la Mujer Valencia • Ginecología, obstetricia, reproducción asistida, diagnóstico prenatal, preparto, posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética.
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