¡No es sólo un capricho… tiene valor diagnóstico!
La ecografía 2D es la que se utiliza comúnmente en semanas 12, 20 y 32 para ver cómo está el feto, para realizar mediciones, así como para el diagnóstico de posibles malformaciones. Su imagen es en colores grises, estática o en movimiento y sin volumen (dos dimensiones).

La ecografía 3D es una imagen estática (sin movimiento), donde se hace una captura del feto (como una fotografía) y se ve la imagen en tres dimensiones (con volumen); la imagen está hecha de secciones bidimensionales convertidas en fotografía. Se suele aplicar un color a la imagen para que parezca más real.
La ecografía 4D es una imagen en movimiento, se ve el feto en volumen y con color, como en la 3D, pero además lo vemos moverse en tiempo real. Tanto las ecografías 2D como las 3D/4D son inocuas para el feto y la madre.
Muchas embarazadas y sus parejas a veces se decepcionan cuando ven las ecografías 2D porque, aunque se esfuercen muchas veces no ven nada, o como mucho el perfil de la cara. Estas ecografías son necesarias porque al ginecólogo le resulta mucho más útil para el control de embarazo, ya que es como tomamos las mediciones del feto (para saber su peso, por ejemplo) o como observamos sus órganos para ver si están bien formados.
La ecografía 3D/4D cada vez tiene más utilidades en la práctica clínica. Se puede utilizar para afinar el diagnóstico de determinadas malformaciones ya que se pueden hacer reconstrucciones de órganos concretos. Cada vez es más utilizada para valorar con más detalle malformaciones del sistema nervioso o del corazón. En el caso de diagnosticar una malformación, facilita mucho la comprensión de los hallazgos por parte de los padres y la comunicación con otros profesionales.

La ecografía 4D hoy día aporta ventajas al diagnóstico prenatal, y además permite obtener imágenes de buena calidad y realismo que suelen ser más fáciles de interpretar por los padres, lo que proporciona indudables ventajas de tipo psicológico. Para una pareja, el hecho de poder ver con nitidez las facciones de su futuro hijo disminuye sus incertidumbres y conlleva un impacto emocional positivo que refuerza el vínculo afectivo con su hijo.Imagen 3D del feto en semana 28.
Realizar una ecografía 3D/4D permite que los padres vean la cara del bebé antes de que nazca, sino que permite que al menos en una ecografía “puedan ver algo”, y así ser conscientes del bienestar del feto, de ver cómo se mueve etc… Tras verlo en 3D/4D su implicación en todo el proceso del embarazo es mucho más completa, lo que redunda en beneficio de la salud de madre e hijo.
Además de lo anterior, es una experiencia diferente a ir a un examen ecográfico rutinario, es algo más relajado y sentimental, lo que también hace que tras este tipo de ecografía el hecho de ir al ginecólogo, sea algo más motivador, sin tensión, que el embarazo no se vea como una enfermedad y por tanto vivir la experiencia de estar embarazada como algo agradable.
Dr. Carlos Pascual. Clínica Millet
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