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Infecciones de orina dentro y fuera del embarazo. Información general

Las infecciones de orina son muy frecuentes. Una de cada 9 mujeres refiere haber padecido al menos una infección de orina confirmada por un médico a lo largo de su vida. Las mujeres tienen más riesgo de padecer una de estas infecciones debido a que su uretra es más corta, la vagina es colonizada con frecuencia por gérmenes y, con los años, los prolapsos genitales dificultan el vaciamiento vesical. En los embarazos estas infecciones son tan frecuentes como peligrosas.

Los síntomas que acompañan con mayor frecuencia a estas infecciones son el aumento de la frecuencia miccional, el dolor al orinar y la sensación de urgencia miccional. Si aparecen náuseas y vómitos, fiebre y/o dolor en la zona lumbar o la parte alta del abdomen hay que pensar que la infección vesical ha afectado al riñón. En este caso habría que avisar inmediatamente al médico ya que las consecuencias pueden ser graves.

En las pacientes en las que las infecciones urinarias son frecuentes, los síntomas son muy fiables: el 85% de las mujeres con sintomatología recurrente, no hacen falta más pruebas para iniciar un tratamiento. En las mujeres que no padecen habitualmente estas infecciones, las cosas no son tan sencillas. De hecho muchas pacientes con síntomas “característicos” no padecen una infección. Esto es importante ya que muchas mujeres – especialmente mujeres maduras- se automedican pensando que tienen una infección que no es tal y aumentan el riesgo de desarrollar gérmenes resistentes.

En las embarazadas hay que tratar a todas las mujeres que tengan gérmenes en la orina ya que, por los cambios hormonales del embarazo, el riesgo de complicaciones renales es muy superior al de la población general. Los síntomas urinarios no son muy fiables y la mayoría de las embarazadas con gérmenes en la orina no tienen síntomas. Por eso los ginecólogos pedimos regularmente analíticas de orina a nuestras pacientes.

Las tiras reactivas son muy populares para diagnosticar infecciones pero no son totalmente fiables: hay que interpretar sus resultados en el contexto clínico de las paciente. Aunque as tiras se usan frecuentemente en las embarazadas por su comodidad, la mejor prueba para confirmar una infección urinaria es un cultivo de orina con antibiograma. El antibiograma nos indica a qué antibióticos es sensible el germen aislado.

En el embarazo, los antibióticos más eficaces son la nitrofurantoina (Furantoina) y algunos derivados de la penicilina llamados beta-lactámicos (amoxicilina con o sin ácido clavulánico). La fosfomicina es también una buena opción. Deben ser siempre pautados por un médico.

Antón Millet- Clinica Millet

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Clínica Millet - Clínica de la Mujer
Médicos especialistas en ginecología, reproducción, diagnóstico prenatal, preparto y posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética en Valencia.
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