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Tratamiento individualizado de los miomas uterinos

¿Cuáles son los nuevos tratamientos? En mi opinión, son 3… 

Quizás alguna amiga tuya tenga miomas… ¡quizás no!¡es muy probable! De hecho lo más probable que tu tengas alguno, lo sepas o no: 3 de cada 4 mujeres tienen miomas y la mitad de ellas con síntomas. 

Los miomas son tumores benignos compuestos por tejido fibroso y células musculares. Durante muchos años, se han tratado de la misma manera: con hormonas y/o con cirugía. Mi amigo, el dr. Vila, subió recientemente un post sobre miomas y no quiero ser pesado. 

Hoy “sólo” voy a jugar a adivino. Os voy a contar por dónde creo que va a discurrir el futuro del manejo de los miomas, especialmente en lo que respecto a su tratamiento… ¡Por supuesto, me puedo equivocar pero ahí va!

En los últimos tiempos se ha profundizado en el conocimiento de la genética y las características celulares de los distintos tipos de miomas. ¿Para qué? Para intentar determinar “familias” de miomas que se caractericen por algún rasgo y que lleve al desarrollo de tratamientos específicos para esas familias. Si un somos capaces de diferenciar los mioma unos de otros, seremos capaces de tratar unos miomas con un fármaco y otros miomas con otro… ¿El problema? la heterogeneidad: todos los miomas son diferentes y algunos afectan a la parte más interna del útero – el endometrio- mientras que otros afectan al cuerpo muscular y otros salen hacia afuera, comprimiendo vejiga urinaria o tubo digestivo. Además, cada mioma tiene una composición diferente: los hay muy celulares (con más células musculares) mientras que otros son más fibrosos. La cantidad de agua y de vasos sanguíneos también varía… En un mismo útero puede haber miomas de todos los tipos y eso, lógicamente, dificulta el desarrollo de los tratamientos. 

En un escenario como este, quiero nombraros las  3 innovaciones que creo que van a modificar el tratamiento de los miomas en los próximos años. 

La primera es un fármaco, el acetato de uliprisdal (ESMYA®). Se administra por vía oral, interfiriendo con el crecimiento de los miomas. Se toma durante 3 meses y luego se descansan 2 meses más. 

Los efectos de Esmya son los siguientes: 

1- El 80% de las pacientes quedan sin reglas; en general se reduce la cantidad de regla en > 50% a los 4 ciclos de tratamiento (ciclos de 3 meses: total 12 meses).

2- E 80% de las mujeres ven reducido significativamente (> 25%) el volumen de sus miomas (pequeñas reducciones de tamaño suponen grandes reducciones de volumen); el 20% de las mujeres no ven reducido el volumen del mioma. La reducción del volumen del mioma es irreversible y no vuelve a crecer ni siquiera si se embaraza de nuevo. 

Nota: un 4% de las pacientes no responden ni en volumen ni en sangrado.

El dolor también se va reduciendo con el volumen. El peso de las mujeres no se modifica, tampoco los lípidos.

3- Efectos 2º: leves (cefalea, sofocos,..) y van reduciéndose con el tiempo. En general la tolerancia es muy buena. El problema es el hígado (ver a continuación). 

4- Efecto sobre endometrio: en un porcentaje pequeño se engrosa pero este efecto es poco frecuente y se reduce con el tiempo. No degenera a tumores malignos.

5- Algunos miomas presentan en degeneración hidrópica transitoria (aumentan de tamaño pero disminuye la vascularización de los miomas -lo que facilita la cirugía-).

6- No hay efectos sobre la reserva ovárica.

El problema de Esmya es que se han descrito varios casos de lesiones hepáticas y en la actualidad se recomienda no tratar a mujeres con problemas de hígado; asimismo, hay que hacer analíticas hepáticas a las mujeres que van a tomar el fármaco -antes de iniciar el tratamiento, durante éste y al acabarlo-. 

Tengo experiencia con Esmya desde hace aproximadamente 2 años: con una treintena de casos tratados, mis resultados han sido, en general, satisfactorios. 

Los otros 2 avances de los que quiero hablar están relacionados con la radiología intervencionista. Se trata de: 

1/ La embolización de los miomas. 

2/ La ablación de los miomas mediante ultrasonidos guiados por resonancia. 

La embolización de los miomas la realizan los radiólogos. Entran por la ingle de la paciente y, canalizando los vasos sanguíneos, acceden a las arterias del útero – y por tanto del mioma-. Al llegar al punto deseado, son capaces de liberar una sustancia que tapona esos vasos, dejando al mioma sin aporte de sangre. La consecuencia es que las células del mioma mueren y el tamaño del mioma se reduce mucho. 

La ablación de los miomas con ultrasonidos la realizan también los radiólogos. Bajo control con resonancia, se concentra un haz de ultrasonidos en la zona del útero que se desea calentar – a unos 70 grados centígrados-, destruyéndola. Es una técnica segura, aunque consume tiempo y un aparataje muy específico y costoso. 

En ambos casos, son técnicas que precisan de la colaboración de ginecólogos y radiólogos: esta colaboración abrirá puertas que hasta ahora estaban cerradas. 

Sin embargo, no existe un tratamiento ideal para todas las pacientes: como siembre, la clave reside en la correcta indicación en cada caso. Los ginecólogos deberán valorar no sólo los síntomas de la paciente sino también su edad, la tolerancia a los  tratamientos hormonales, los riesgos quirúrgicos, el deseo de fertilidad…

Si en la lucha contra los miomas nos enfrentamos a la HETEROGENEIDAD, INDIDUALICEMOS los tratamientos. 

Antón Millet – Clínica Millet

------ ginecologos valencia-
Clínica Millet - Clínica de la Mujer
Médicos especialistas en ginecología, reproducción, diagnóstico prenatal, preparto y posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética en Valencia.
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