Antón Millet – Ginecólogo Clínica Millet – Valencia
Autoexploración mamaria como método de cribado del cáncer mamario
El cáncer de mama es muy frecuente – sólo en 2013 se han diagnosticado al menos 230.000 nuevos casos en los Estados Unidos-. Un método muy sencillo , barato e incruento de cribado del cáncer de mama es la autoexploración por parte de la propia mujer. Sin embargo, un estudio muy bien diseñado demostró, ya en 2002, que tras 10 años de seguimiento, las pacientes que se auto-exploraban no tenían ningún beneficio respecto a las pacientes que no lo hacían. Tras la publicación de este – y otros- estudios, las autoridades sanitarias recomendaron evitar la autoexploración mamaria. Entre los efectos no deseados: el estrés psicológico y la realización de imágenes y biopsias innecesarias – con el coste económico y de tiempo que conllevan-.
Inicialmente esta recomendación se enfrentó a la resistencia del público en general y de algunas sociedades profesionales pero los estudios fuero demostrando la misma proporción de pacientes que identificaban sus tumores accidentalmente frente a las que lo auto examinándose. El debate estaba cerrado.
Aunque en la actualidad las autoridades sanitarias reconocen que la autoexploración mamaria es contraproducente, la aceptan para “familiarizarse con la propia mama”. Esta familiarización difiere – en teoría- de la autoexploración mamaria en que no debe realizarse mensualmente.
Desde mi punto de vista, el único beneficio que aportaría esta “familiarización” con la propia mama sería una percepción -incorrecta- de que ésta se ha explorado correctamente. Pedir a las mujeres que se responsabilicen de su salud mamaria pretende dar el mensaje de que ellas juegan un papel en el diagnóstico de la enfermedad. El concepto es muy atractivo y en boga, pero, desgraciadamente, no está basado en datos objetivos.
Educar a las mujeres en el diagnóstico temprano de sus cánceres de mama no debería llevar a promover campañas de “familiarización con la propia mama” que probablemente son igual de ineficaces que la clásica autoexploración. Cuando una intervención clínica no aporta beneficios debería ser abandonada. Radicalmente.
Valencia, 8 de abril 2014.
Antón Millet
Clínica Millet- Clínica de la mujer.
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