Durante el embarazo, el cuerpo materno sufre una serie de transformaciones debidas fundamentalmente a los cambios hormonales . Al crecer el abdomen, la columna se va adaptando y para evitar posibles dolores, recomendamos realizar algo de ejercicio
En el agua, las mujeres embarazadas cuentan con un beneficio importante: la relajación. Además, el agua es un medio dotado de una serie de propiedades (flotación, inmersión y presión hidrostática) que reducen el desgaste articular.
La embarazada se mueve más fácilmente pese a la ganancia de peso, realizando ejercicios que le serían muy dificultosos fuera del agua. El uso de churros y/o tablas no se emplea solo para facilitar la flotación y la relajación sino que también se usan para realizar ejercicios de resistencia y musculación.
La inmersión mejora el equilibrio y la coordinación. La presión hidrostática favorece el retorno de la sangre/linfa desde las piernas hacia el tronco, aliviando la pesadez e hinchazón de las piernas. También mejora el trabajo respiratorio al fortalecer la musculatura inspiratoria, aumentado la capacidad pulmonar.
La natación tonifica los músculos de miembros superiores, zona abdominal y miembro inferior, así como musculatura pélvica – fundamental durante el parto y que refiere una gran distensión o flacidez post-parto- Por este motivo la natación es una actividad muy completa.
Dr. Antón Millet | Ginecólogo Valencia
Clínica Millet – Ginecología, reproducción, diagnóstico prenatal, pediatría, endocrinología
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Clínica Millet - Clínica de la Mujer
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