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¿Leer “los clásicos” nos hace más sabios?

Dr. Antón Millet • Ginecólogo  _________________________________________________________________

Como casi todas las personas ocupadas y amantes de la lectura -y de aprender en general-, tiendo a evitar los libros de ficción y a centrarme más en ensayos que analizan la actualidad y el constante progreso del mundo que nos rodea. Leer ficción parece casi una “frivolidad veraniega”.

Justamente este verano me ha sorprendido mucho leer la lista de libros veraniegos del presidente Obama: ¡estaba llena de títulos de ficción! Cuando lees la biografía de muchos personajes relevantes, señalan que los libros que más les han influido han sido títulos de literatura clásica, casi todos de ficción. ¿Cómo es posible que esta gente tan ocupada encuentre tiempo en sus apretadas agendas para leer “clásicos de la literatura”?

Algunos estudios publicados en prestigiosas revistas científicas sugieren que la lectura de los clásicos literarios mejora la comprensión de las reacciones emocionales en el rostro de la gente que nos rodea. Pese a que estos estudios no son concluyentes, un reciente trabajo publicado por Don DeLillo es llamativo: los autores preguntaron a más de 2000 participantes cuántos autores conocían. Asumieron que los que conocían más autores eran los que más leían. Posteriormente pidieron a los participantes que intentaran discernir la emoción de un rostro a partir de unas fotografías en las que los participantes sólo podían ver los ojos. Los resultados fueron concluyentes: las personas que más autores conocían eran las que mejor “adivinaban” la emoción del personaje fotografiado. Se tuvo en cuenta la influencia de otros factores como la formación académica de los participantes, su edad y sexo…

No creo que un estudio como éste sea suficiente para probar que la literatura de ficción mejore la inteligencia emocional de los lectores. Sin embargo, reconozco que la lectura de libros llenos de personajes complejos, con sus virtudes y defectos, emociones y pasiones, reacciones predecibles e inexplicables aumente el conocimiento de la condición humana. Es un argumento más para leer todo tipo de libros, y no sólo ensayos. Seguramente la lectura de los clásicos no hace a todos algo más sabios…

___________ EPÍLOGO ___________

Os dejo mis cinco clásicos imprescindibles, para aquellos que tengáis curiosidad:

Los Buddenbrook. Autor: Thomas Mann.

La fiesta del chivo. Autor:  Mario Vargas Llosa

1984. Autor: George Orwell.

El Gran Gatsby. Autor: Scott Fitzerald

El Gatopardo. Autor: Giuseppe Tomasi de Lampedusa

 

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