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Lactancia materna, conceptos generales

Las estadísticas muestran que, aunque el 80% de las mujeres quieren dar de mamar, sólo el 40%-50% lo hacen a los 3 meses del parto. Existen varias razones que explican este hecho. La primera es que existe mucha desinformación, incluso entre el personal sanitario. Hay que saber que el calostro es muy valioso: ayuda al bebé a expulsar meconio, previene la ictericia del recién nacido y le protege de infecciones. Hay personas que piensan que el calostro no alimenta y que debe desecharse; sin embargo es el alimento ideal para el bebé, especialmente si es prematuro.

Durante los primeros días, el calostro – aunque parezca que sale poco- es suficiente para alimentar al bebé. Es mejor no dar al bebé ni agua, ni suero, ni suplemento de leche, ni infusiones que sólo hacen que el bebé deje de tomar el calostro. En cualquier caso, el pediatra será el que determine la necesidad de estos suplementos.

Existe una corriente muy en boga que defiende la lactancia a demanda porque la producción de leche se regula en función de la succión del bebé: no se deben poner horarios a la lactancia porque si lo hacemos podemos perder una oportunidad fantástica de que el bebé estimule el pecho y se produzca más leche. Sin embargo, la vida moderna no permite a veces este tipo de lactancia por lo que habrá que consultar con el pediatra el establecimiento de ciertas pautas/horarios.

La posición del bebé en el pecho es muy importante: debe tener la boca bien abierta para abarcar parte de la areola y no solo el pezón. El ombligo de la madre tiene que estar cerca de el del bebé para que este no tenga que girar la cabeza. Lo ideal es que la barbilla y nariz del bebé queden pegados al pecho. La mayoría de las grietas son provocadas por la mala posición del bebé.

Contacto precoz

Durante las dos primeras horas de vida, el bebé está alerta, receptivo y con el instinto de succión al máximo: está esperando conocer a su madre y si se coloca al bebé piel con piel con su mamá nada más nacer, es muy probable que se agarre bien. Ya en el mismo paritorio es posible y deseable que el bebé estén juntos  piel con piel, incluso en las cesáreas.

Conocer los mitos para no hacerles caso

Hay muchísimos mitos erróneos sobre lactancia materna, pero los más comunes son los siguientes:

No tienes leche: lo normal es que la mamá tenga leche de sobra para alimentar a nuestros bebés. La verdadera falta de leche es excepcional y si el bebé succiona, se producirá leche.

Tu leche no es de buena calidad: La leche materna es el alimento óptimo para los bebés. No existen las leches de mala calidad y no es posible que una leche de vaca modificada sea mejor que la materna.

  • Dar el pecho duele: si duele es que hay algo que no está funcionando correctamente.

  • Si amamantas no puedes tomar ningún medicamento: La mayoría de medicamentos son compatibles con la lactancia. Tu ginecólogo y pediatra te informarán.

  • Los bebés con frenillo no pueden mamar: Cuando existe frenillo debajo de la lengua y es muy corto, a veces se dificulta la lactancia – aunque, en general, el bebé puede mamar perfectamente con frenillo-. El pediatra decidirá si es necesario cortarlo.

  • A partir de los 6 meses la leche materna ya no alimenta: La leche es el alimento principal de un bebé durante sus 12 primeros meses de vida, incluso cuando empieza a comer otros alimentos.

¿Cómo tener mucha leche y de buena calidad?

  1. Beber de 2 a 3 litrosde agua al día: agua, zumos de frutas, verduras y hortalizas; e infusiones, en especial la de anís estrellado.
  2. Beber cada vez y al mismo tiempo que el bebé empieza a mamar permite una buena subida de leche.
  3. Mezclar pequeñas cantidades de levadura de cerveza con las bebidas.
  4. Moderar el consumo de sal.
  5. Comer cinco veces al día (un tentempié a media mañana y una merienda a media tarde) y beber en cada toma del bebé.
  6. Mantener una buena ingesta de alimentos ricos en hierro: carne, pescados, legumbres, huevos, almejas, berberechos.
  7. Evitar los condimentos picantes.
  8. Evitar los alimentos que pueden dar un sabor fuerte o mal sabor a la leche: espárragos, coles, ajo, cebolla, rábanos, embutidos, carnes de caza.
  9. Moderar el consumo de bebidas excitantes o estimulantes: café, té, refrescos con cafeína (pasan a la leche y producen irritabilidad en el bebé).
  10. El alcohol y el tabaco están totalmente contraindicados.

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