La intolerancia a la glucosa consiste en la elevación del azúcar en la sangre por arriba de lo normal después de comer. Esto sucede con la diabetes, pero en la diabetes el nivel de azúcar es aún más alto después de comer y en ayunas. Es un problema importante porque aumenta el riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades del corazón. Los casos que aparecen durante la gestación suelen desaparecer tras el parto pero las pacientes que la han desarrollado son pacientes de riesgo para desarrollar diabetes con los años.
Una de cada 10 personas con intolerancia a la glucosa acaban desarrollando diabetes. Con pequeñas modificaciones en llos hábitos alimenticios y la actividad física, podemos lograr que el nivel de azúcar en la sangre se mantenga en niveles normales. En cuanto a los hábitos alimenticios, se recomienda bajar de un 5% a un 7% del peso en el transcurso de un año y mantenerse en ese peso. En cuanto al ejercicio, la meta es hacer algún ejercicio aeróbico como caminar o bicicleta durante 150 minutos a la semana – 22 mins/día- Los azúcares recomendados son lo que provienen de las verduras y las frutas. Las grasas recomendadas son principalmente las que se conocen como grasas monoinsaturadas.
A diferencia de las grasas saturadas que elevan el nivel de colesterol en la sangre, las grasa monoinsaturadas disminuyen el nivel del LDL, que es la fracción mala del colesterol que contribuye a que se bloqueen las arterias. Entre los alimentos que contienen grasas monoinsaturadas tenemos el aceite de oliva, las nueces, las aceitunas y los aguacates.
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