Dr. Antón Millet – Ginecólogo Valencia
No es raro notar mareos durante el embarazo. Con el embarazo se producen en tu organismo grandes cambios cardiovasculares que aumentan tus pulsaciones, el volumen que tu corazón bombea y la cantidad de sangre de tu cuerpo aumenta un 40%-45%.
En un embarazo normal las venas se dilatan y la presión arterial disminuye de manear gradual alcanzando su ponto más bajo en la mitad de la gestación. Después aumenta y regresa a niveles normales al final del embarazo.
La mayor parte del tiempo el sistema cardiovascular y nervioso se adaptan a los cambios y hay una cantidad adecuada de sangre circulando por el cerebro. Pero a veces estos sistemas no se adaptan lo suficientemente rápido y no llega la suficiente sangre al cerebro: es cuando se producen los mareos y los desmayos.
¿Qué puedes hacer si te mareas?
Acuéstate rápidamente cuando te notes mareada: evitarás caerte y hacerte daño tú y/o el bebé. Si te acuestas de lado izquierdo aumentará el flujo de sangre hacia el corazón y, por tanto, hacia el cerebro.
Si no te puedes acostar, siéntate y mete la cabeza entre las rodillas.
Si estás haciendo algo que pueda ponerte a ti o a los demás en peligro, avisa para que te ayuden o deja de hacerlo – por ejemplo, conducir-.
Causas frecuentes de mareo:
1.- Levantarte muy rápido: cuando te levantes de golpe la sangre se acumula en la parte inferior del cuerpo y el cuerpo puede tardar algunos segundos en adaptar los mecanismos compensadores para que la sangre llegue en cantidad suficiente hacia el corazón y la cabeza. Intenta estar sentada unos segundos antes de levantarte. Si estás en una situación en la que no te puedes mover mucho, trata de mover las piernas y los pies para estimular la circulación.
2.- Acostarte sobre la espalda: en el 2º y 3º trimestres del embarazo el útero es grande y supone un obstáculo para que la sangre “suba” de las piernas hacia el corazón. Siempre que puedas acuéstate del lado izquierdo aunque cualquiera de los 2 lados es mejor que estar acostada de espaldas.Colocar una almohada por detrás o bajo la cadera, puede ayudarte a permanecer de costado o, al menos, lo suficientemente inclinada como para impedir que el útero suponga un obstáculo para el retorno venoso.
3.- No comer/beber suficiente: puede que te baje el nivel de azúcar en la sangre (hipoglucemia). Trata de evitar que te baje demasiado el nivel de azúcar de la sangre y para eso come poco, pero muchas veces al día en lugar de hacer tres comidas grandes. La deshidratación te puede afectar de manera similar: bebe de ocho a diez vasos de agua por día, y más si practicas ejercicios o si hace calor.
4.- Anemia: si estás anémica te faltan glóbulos rojos para transportar oxígeno a tu cerebro lo que te puede ocasionar mareos. La falta de hierro es la causa más común de la anemia, así que asegúrate de llevar una alimentación rica en hierro y de tomar complejos vitamínicos con hierro, especialmente en el segundo y tercer trimestre.
5.- Sensación de calor excesivo: estar en una habitación en donde haga mucho calor o tomar un baño o una ducha calientes puede hacer que los vasos sanguíneos se dilaten y te marees.
6.- Hiperventilación: el exceso de ejercicio o la ansiedad pueden provocar una respiración acelerada y profunda (hiperventilación) y producirte un desmayo. Aunque el ejercicio puede ayudar a mejorar la circulación, ten mucho cuidado de no realizarlo en exceso cuando estés cansada o no te sientas bien. Empieza despacio e interrúmpelo si no te encuentras bien.
Clínica Millet |Ginecología, Reproducción Asistida, Diagnóstico Prenatal, Pediatría, Endocrinología
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