El embarazo es un estado de intolerancia a los hidratos de carbono. En la embarazada los niveles de azúcar en ayunas son más bajos que en la no embarazada; el azúcar en sangre tras la comida está aumentado respecto a la no embarazada. A lo largo del embarazo aumenta la resistencia a la insulina por el aumento en sangre de ciertas sustancias como el lactógeno placentario, el cortisol, la prolactina, la leptina. En la paciente diabética que ya se administraba insulina antes de quedar embarazada aumentan las necesidades de insulina.
En la paciente no diabética aumenta el riesgo de desarrollar una diabetes durante la gestación o diabetes gestacional.
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Clínica Millet - Clínica de la Mujer
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