El efluvio telogénico consituye un tipo de alopecia frecuente, muy angustiante, pero habitualmente transitoria. Se trata de una importante pérdida de cabello repentina, que se debe a la entrada de casi simultánea de un importante porcentaje de folículos en una fase de reposo (telógeno). En condiciones normales, cualquier persona tiene un 85% de cabellos en fase de crecimiento (anagen) y un 15% en esta fase de reposo (telogen). De ahí que se sepa, que una persona con salud capilar normal puede llegar a perder unos 50-100 cabellos diarios, sin que ello suponga una variación de la normalidad.
¿Cuál es la causa?
El efluvio telógeno se produce habitualmente de forma secundaria a determinadas circunstancias de estrés psicológico o metabólico (déficit de hierro, alteraciones tiroideas, falta de vitaminas, etc…), llegando a pasar hasta casi un 30% de cabellos a dicha fase telogen, y produciéndose por tanto esa caída. Tampoco es nada infrecuente que ocurra tras cirugías importantes o tras el parto.
¿Cómo se diagnostica? ¿Se puede tratar?
De nuevo, este tipo de alopecia requiere una exploración dermatológica, y en ocasiones una analítica para identificar los factores metabólicos mencionados que pueden asociarse.
Pese a lo llamativo del cuadro, es un tipo de alopecia completamente reversible.
La mayoría de efluvios son agudos y se recuperan sin tratamiento, de forma espontánea, en pocos meses. Sin embargo, se puede pautar algún tratamiento encaminado a acelerar un poco esa recuperación. Además, algunos casos se cronifican y requieren tratamientos de mayor duración.
Dr. Ignacio Torres
6 abril 2021
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