Entender el concepto de “ventana de oportunidad”.
En la actualidad, la mitad de la vida de las mujeres transcurre tras la menopausia. Ya he escrito sobre este tema en otras secciones de este blog y en nuestra web (1). Os enumero los 7 problemas de salud más importantes que generan síntomas en la menopausia y las cuatro enfermedades que no dan síntomas: los considero “los 11 jinetes del apocalipsis” a los que hay que enfrentarse (hay más, pero estos son los más importantes).
Lista de trastornos sintomáticos:
- Sofocos y sudores de predominio nocturno.
- Dolores osteoarticulares y musculares.
- Trastornos de sueño.
- síntomas depresivos.
- Disminución – leve o moderada- de funciones cognitivas.
- Ganancia de peso y alteración de la distribución de la grasa corporal.
- Sequedad genitourinaria y alteraciones asociadas.
Y esta es la lista de enfermedades “silenciosas”:
- Pérdida del hueso y osteoporosis.
- Enfermedad cardiovascular.
- Cánceres de diversa naturaleza.
- Trastornos cognitivos severos y demencias.
Aunque muchos de estos problemas – y otros- aparecen alrededor de los 50 años, insisto a mis pacientes en que no hay que enfrentarse a la menopausia de forma negativa: hay que verla como una oportunidad para mejorar la calidad de vida y prolongar la longevidad. Lo que hagas con 50 años determinará cómo estarás con 65 años: está en tus manos.
Je, je,… me imagino vuestras caras: seguro que estáis pensando que una cosa es tratar, por ejemplo, los sofocos y la sequedad vaginal – el beneficio es evidente- y otra muy distinta considerar la menopausia como una oportunidad. Pues bien, creo firmemente que establecer estrategias preventivas al inicio de la menopausia impacta profundamente en la salud, mejorando la calidad de vida y alargando la longevidad de las mujeres.
No voy a entrar aquí en detalles sobre cómo tratar cada uno de estos 11 problemas. Daría para un libro. Como ejemplo, voy a elegir sólo uno: la enfermedad cardiovascular (CV).
Como muchas de vosotras sabéis, cuando llega la menopausia es fácil ganar peso y se acumula grasa en el abdomen. Aumenta entonces la resistencia a la insulina y con ella el riesgo de desarrollar prediabetes y/o una diabetes. La combinación de estos y otros factores (sedentarismo, aumento del colesterol, de los triglicéridos, tabaquismo…) favorece el desarrollo de placas de arteriosclerosis en el interior de los vasos sanguíneos. Estas placas reducen poco a poco el diámetro de los vasos sanguíneos; además, si se sueltan, pueden dar lugar a trombos y embolias. Todo este proceso puede durar varias décadas.
Pues bien, hoy sabemos que los tratamientos hormonales con estrógenos – con o sin progesterona-, también llamados genéricamente Terapia Hormonal Sustitutiva (THS) administrados tras la menopausia, frenan la formación de las placas de arteriosclerosis.
Quizás pienses que una vida sana (alimentación correcta, deporte, control de peso, descanso nocturno, evitar alcohol y tabaco) te ofrece la misma protección… Pues lo siento: te equivocas.
En las mujeres con peso normal, “la vida sana” no protege de la enfermedad CV. Solamente en las obesas se observa una reducción del riesgo CV de como máximo el 14%. ¿Y los tratamientos con estatinas y la aspirina? permiten tratar la hipercolesterolemia y las enfermedades coronarias, pero en ningún caso prevenirlas.
Si eres una mujer delgada, de unos 50 años y acabas de tener la menopausia, seguro que te estás preguntando: ¿cómo puedo PREVENIR la enfermedad CV? La THS administrada tras la menopausia reduce el riesgo CV y coronario – y la mortalidad por cualquier causa- en todas las pacientes. La magnitud de este efecto protector es del 30%. Sí, del 30%, el doble de las observada con los cambios en el estilo de vida – que es del 14% como mucho y sólo en las mujeres obesas-.
¿Pero qué pasa si llevas más de 10 años menopáusica? Siento mucho decirte que la THS no sólo no te ayudará, sino que incluso aumentará tu riesgo coronario/trombótico. Por lo tanto, existe un periodo de tiempo, que se inicia justo tras la menopausia y que dura unos 5-7 años, en el que los tratamientos hormonales mejoran la funcionalidad de los vasos sanguíneos: a este periodo se le llama “la ventana de oportunidad”. Esta ventana se cierra aproximadamente a los 10 años de la menopausia ya que los vasos sanguíneos dejan de responder a las hormonas.
Los próximos años serán vitales para aclarar el impacto de la THS sobre muchos órganos y sistemas del organismo y confirmar el concepto de ventana de oportunidad. Asimismo, espero que se desarrollen y comercialicen nuevos tratamientos que mejoren a los actuales.
Seguiremos atentos.😉.
Antón Millet
REFERENCIAS:
1 – https://clinicamillet.es/menopausia/
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