Nuestra mente está llena de recuerdos. Y esos recuerdos aparecen a menudo evocados por una canción, un olor, una imagen, un sueño, una sensación… Cuando el recuerdo es positivo nos gusta dejarnos llevar por él, tomarnos un momento para recordarlo y, si es posible, compartirlo.
Pero hay recuerdos que provocan miedo, angustia, tristeza y dolor. Recuerdos traumáticos que influyen en nuestra conducta y personalidad del presente, determinando la forma en la que vivimos nuestro día a día.
EMDR, cuyas siglas en español significan Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares, es un novedoso abordaje terapéutico que permite abordar de forma rápida y eficaz aquellos hechos traumáticos o experiencias difíciles del pasado que producen, a día de hoy, esas sensaciones, pensamientos o emociones negativas.
Con EMDR conseguimos que los recuerdos perturbadores sean reprocesados por el cerebro consiguiendo una lectura más adaptativa de la situación, reduciendo el malestar y la sintomatología asociada a esa vivencia y cambiando esquemas cognitivos distorsionados.
Utilizado inicialmente para el tratamiento del Trastorno de Estrés Postraumático, actualmente está aprobado como abordaje eficaz para personas con estrés agudo, trauma complejo, ataques de pánico, trastornos de ansiedad, duelo complicado, baja autoestima, depresión, y trastornos psicosomáticos, entre otros.
María Calpe
Psicóloga
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