Prevención y tratamiento de la anemia: con el uso de anticonceptivos se reduce la cuantía de las reglas en un 40%- 50%.
Beneficios sobre la piel: los anticonceptivos contrarrestan los efectos hiperandrogénicos en la piel, mejorando el acné y el hirsutismo.
Disminución del dolor menstrual: los anticonceptivos generan unos cambios dentro del útero que reducen la producción de sustancias inflamatorias.
Tratamiento del síndrome premenstrual: los anticonceptivos con Drospirenona (Yasmin) son eficaces para tratar a las pacientes con síndrome premenstrual que no deseen gestación.
Prevención de la enfermedad inflamatoria pélvica: los anticonceptivos espesan el moco cervical dificultando el ascenso de gérmenes hacia las trompas.
Disminución del riesgo de cáncer de ovario: la protección global aproximada es del 30%; la protección ya durante el 1º año de tratamiento es del 10% y va aumentando un 5% anual hasta alcanzar el 50% en las usuarias de 10 años o más de uso. La protección se mantiene hasta 20 años tras el cese de uso y se extiende a cualquier tipo de preparado y a pacientes con historia familiar de cáncer de ovario.
Disminución del riesgo del cáncer de endometrio: reducción del riesgo del 40% después de 12 meses de uso y persiste 15 años tras dejar los anticonceptivos. Protege sobre todo a las mujeres de mayor riesgo. Este efecto se ha demostrado tanto en tratamientos con altas como con bajas dosis de estrógenos y en tratamientos con sólo gestágenos.
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Clínica Millet - Clínica de la Mujer
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