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Ecografía morfológica de la semana 20

Diagnóstico de malformaciones y algo más…

 

La ecografía morfológica, también conocida como la ecografía de semana 20, es junto con la ecografía de trimestre (semana primer 12) la más importante del embarazo. Se realiza entre las 18 y las 22 semanas del embarazo.

En esta ecografía es donde exploramos todo el cuerpo del feto, órgano a órgano, para ver si se ha desarrollado correctamente. Es la ecografía de mayor duración. A parte de estudiar el feto, también vemos su entorno, es decir, vemos dónde está emplazada la placenta, la inserción del cordón umbilical, y si tiene la cantidad de líquido amniótico adecuada, ya que la producción del mismo se relaciona con el funcionamiento del aparato digestivo y las vías urinarias del feto.

Calculamos el peso fetal estimado (PFE). Para ello tomamos las mediciones de la cabeza, diámetro biparietal (DBP) y la circunferencia cefálica (CC) (foto 1), del abdomen, circunferencia abdominal (CA, foto 2) y del fémur (LF, foto 3). Con ello obtenemos un peso en gramos, que nos permite saber si el feto está creciendo bien y si corresponde con las semanas de embarazo. En semana 20 ya no podemos ver el feto entero longitudinalmente y, por tanto, no podemos saber cuánto mide de largo.

Como hemos dicho el objetivo fundamental de la ecografía de la semana 20 es estudiar detalladamente la anatomía fetal:

  • Cabeza: vemos que el cráneo esté bien osificado, que su forma sea correcta. Vemos el cerebro, tomando diversas mediciones (cerebelo, cisterna magna, pliegue nucal, ventrículos anteriores y posteriores…). El perfil de la cara, con el hueso nasal, el labio superior…
  • Tórax: vemos los pulmones, y el corazón. El estudio del corazón es una de las partes más importantes de esta ecografía además de la más compleja de estudiar, porque es un órgano en constante movimiento con muchas estructuras a valorar y que dependemos mucho de la posición que adopte el feto para poder verlo bien. Observamos que estén los ventrículos y aurículas bien conformados y relacionados entre ellos, además de la salida de todos los vasos del corazón. Además, valoramos que el ritmo cardíaco sea correcto calculando también la frecuencia cardíaca fetal, en latidos por minuto.
  • Miramos que el diafragma esté íntegro, que separe correctamente tórax de abdomen. Luego observamos que esté el estomágo lleno y la vesícula biliar e hígado. Identificamos ambos riñones, y la entrada del cordón umbilical en el abdomen.
  • Visualizamos la vejiga en la pelvis fetal, así como la presencia de las 2 arterias umbilicales alrededor de la vejiga (lo que nos confirma que el cordón umbilical tiene tres vasos, 2 arterias y una vena). Vemos el sexo fetal, vulva o pene y bolsa escrotal.
  • También es importante comprobar que la columna vertebral está bien formada: vemos en todos los planos del espacio que no faltan vértebras y que están cubiertas por la piel, desde la nuca hasta el sacro.
  • Vemos ambos brazos y piernas, las dos manos y los dos pies, que estén presentes, con movimiento y bien orientados. Además, medimos el húmero (hueso largo del brazo) y el fémur (hueso largo de la pierna).
Semana 20: cabeza fetal

Aunque esta ecografía es muy amplia y detallada, no es capaz de detectar cromosomopatías ni síndromes genéticos raros. Los padres deben saber que aunque en la ecografía no se identifique ninguna malformación, puede nacer un bebé que no sea normal. La ecografía sólo informa de la existencia de anomalías físicas y no de defectos congénitos de otra naturaleza (bioquímicos, metabólicos, genéticos cromosómicos, etc). En definitiva, el resultado normal no garantiza que el bebé nacerá sin alteraciones o retraso mental.

La precisión diagnóstica de la eco 20 depende de varios factores. Son importantes la edad gestacional – más fiable en semana 20-, la posición fetal, el tipo de anomalías ya que algunas tienen poca o nula expresividad ecográfica y las condiciones de la gestante – obesidad-. En pacientes con poco líquido amniótico o en embarazos gemelares disminuye la fiabilidad diagnóstica. La tasa de detección de la ecografía fetal depende del tipo de anomalía, con una media del 56% y un rango de entre el 18% y el 90%, incluso en los casos en que la ecografía es realizada en condiciones óptimas.

Semana 20: Abdomen fetal

En algunos casos la detección será forzosamente tardía (infecciones fetales, algunas anomalías digestivas, obstrucciones urinarias o intestinales, displasias esqueléticas, etc.) dado que estas patologías se originan y/o manifiestan en etapas avanzadas de la gestación.

Aunque la ecografía de la semana 20 es la que más y mejor orienta sobre la condición fetal, por sí sola no tiene un valor absoluto para asegurar el bienestar fetal.

Carlos Pascual. Clínica Millet

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