Durante el embarazo hay que evitar la carne cruda o poco hecha ya que su ingesta puede producir una toxoplasmosis. En general, el jamón es más seguro cuanto más curado esté y si no viene de un sitio de confianza es mejor evitarlo. Si el jamón está bien curado lo puedes tomar. Hay que evitar los embutidos –morcilla, chorizo, longaniza- caseros.
El jamón de york, la mortadela, los quesos blandos no pasteurizados, los patés no enlatados y la pechuga de pavo pueden contener una bacteria llamada Listeria que es potencialmente peligrosa para el embrión. Las carnes procesadas y embutidos que han pasado por un proceso industrial son seguras. Puedes consumir los productos de supermercado de barrio si estás seguro de que la temperatura a la que se conservan es la correcta.
------ - Clínica Millet - Clínica de la Mujer Médicos especialistas en ginecología, reproducción, diagnóstico prenatal, preparto y posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética en Valencia.