¿CÓMO SE PRODUCE?
Es más frecuente en verano porque el niño pasa mucho tiempo en el agua. La humedad mantenida puede irritar la piel de conducto, favoreciendo que se infecte.
¿CUALES SON LOS SINTOMAS?
El primer síntoma puede ser el picor y la sensación de taponamiento , aunque el síntoma que predomina es el dolor, que suele ser intenso, y que aumenta al tocar la oreja y masticar. Puede acompañarse de enrojecimiento e hinchazón del canal auditivo y secreción de diferentes características.
No suele producir fiebre y no es contagiosa.
¿CUAL ES SU TRATAMIENTO?
- El pediatra suele recetar gotas antibióticas para administrar directamente en el oído afectado. Si la inflamación es importante se puede añadir corticoide. En alguna ocasión si la infección es más importante puede ser necesario el tratamiento antibiótico vía oral.
- Para aliviar el dolor se suele utilizar analgésicos como el Ibuprofeno o Paracetamol y el calor local.
- Durante unos días es recomendable evitar la nueva entrada de agua, debiéndose tomar las medidas necesarias.
- La curación suele ser completa en unos días y sin secuelas.
¿ SE PUEDE PREVENIR?
- Después de pasar tiempo en el agua se debe de secar con cuidado las orejas con una toalla inclinando la cabeza hacia los lados para favorecer la salida del agua.
- Evitar introducir en los oídos bastoncillos, ya que pueden introducir la cera y provocar pequeñas heridas.
- El uso de tapones durante el baño puede ser recomendable cuando se es propenso a este tipo de otitis, secando bien los oídos tras el baño.
- Se puede administrar 2-3 gotas de alcohol boricado o ácido acético al 2%, salvo en caso de perforación timpánica y tubos de drenaje.
“Los cuidados de los más pequeños nos atañen a todos”
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