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Doctor, ¿es niño o niña?

En Clínica Millet sabemos… que falta mucho por saber.

Llegados a la semana 10 de embarazo, casi todas las parejas me hacen la pregunta del millón: “doctor, ¿es niño o niña?”. Con los años me cuesta cada vez más contestar… y siempre digo: “parece niño” o “parece niña”. 

¿Lo hago porque no veo el sexo? No. Lo hago porque la contestación no es tan sencilla como parece. 

Empecemos por lo más básico: antes de la semana 10 los órganos genitales son iguales en hombres y mujeres y se llaman “tubérculo genital”. A partir de esa semana, la masculinización lleva al desarrollo del pene y de la próstata. ¿Qué determina que un feto se masculinice? La genética, sin duda, es importante: si el embrión hereda el cromosoma Y de su padre, será genéticamente un niño. Pero la genética no basta para desarrollar unos órganos sexuales masculinos. 

Hacen falta hormonas: la testosterona y, sobre todo, la dihidrotestosterona (DHT). La DHT se produce tanto en los testículos como en la placenta. Bajo del efecto de la DHT el tubérculo genital se transforma en pene y no en clítoris. ¿Porqué en los fetos masculinos y femeninos hay diferencias en los niveles hormonales? No está claro. 

Lo que sí sabemos es que algunos problemas placentarios pueden condicionar el desarrollo de malformaciones genitales – hipospadia- o de las glándulas suprarrenales, que llevarán a trastornos hormonales y alteraciones de los órganos sexuales. La placenta, por lo tanto, también interviene en la diferenciación sexual. 

Voy a contaros un caso clínico que viví personalmente en mis primeros años de ejercicio profesional. Una madre trajo al hospital a sus dos hijas porque con 18 años no tenían la regla. Eran dos mujeres muy altas y guapas, ambas estudiantes brillantes y deportistas. Su simpatía era tan contagiosa que conectamos rápidamente. Ambas tenían pareja y planes de maternidad para el futuro. Por resumir la historia, os diré que los estudios que realizamos concluyeron que eran 2 varones. 

Si. Genéticamente eran chicos. Pero en la vida real eran chicas y muy felices de serlo. 

Tras un periodo de shock que requirió de tratamiento psicológico y de un posterior tratamiento para extirpar testículos – que estaban dentro del cuerpo- y hormonal, siguieron con su vida “normal” como mujeres. Ambas están ahora felizmente casadas y han adoptado niños. 

Cada vez estoy más seguro de que el género no es binario: podemos ser hombres, mujeres o estar en algún punto intermedio.  Y luego viene la educación que recibimos. 

Por eso, cuando dudo a la hora de contestar la pregunta del millón es porque quizás la respuesta más adecuada es: “ya veremos…”. 

Antón Millet – Clínica Millet

------ ginecologos valencia-
Clínica Millet - Clínica de la Mujer
Médicos especialistas en ginecología, reproducción, diagnóstico prenatal, preparto y posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética en Valencia.
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