Los cambios hormonales que regulan el ciclo menstrual son de gran importancia biológica para para el cuerpo de la mujer, con implicaciones físicas y emocionales.
La menstruación está controlada por los cambios en los niveles de estrógenos y progesterona de origen ovárico. Estos cambios generan también cambios en diversos tejidos del organismo.
La piel, el órgano más grande del cuerpo está lleno de receptores de estrógenos y, en menor medida de progesterona. Las fluctuaciones hormonales a lo largo del ciclo menstrual afectan de forma importante a la epidermis, incluyendo la secreción de grasa por la piel, el grosor y la hidratación de la piel y su función como barrera.
El contenido de la piel en colágeno contribuye a su elasticidad y resistencia a las arrugas. Los estrógenos también influyen en la pigmentación de la piel y en su resistencia a los rayos ultravioleta así como en la microflora residente. Por último, las hormonas también influyen en el sistema inmunitario y en la susceptibilidad de padecer enfermedades.
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Clínica Millet - Clínica de la Mujer
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