¿Qué es el acné?
El acné es una enfermedad inflamatoria de la unidad pilo-sebácea, que afecta a la mayoría de la población en algún momento de su vida. Clínicamente es fácil de reconocer, con diferentes lesiones como comedones abiertos (poros, puntos negros o espinillas) y cerrados (puntos blancos), pápulas (granos rojizos inflamados), pústulas (granos más inflamados aun con pus), nódulos (granos más grandes e inflamados) y quistes.
En algunos casos, las lesiones más profundas producen dolor, e incluso provocar abscesos y fiebre debido a la gran inflamación que se genera. La inflamación también puede tener como consecuencia la aparición de las cicatrices de acné.
La enfermedad afecta fundamentalmente a la cara (prácticamente todos los casos), y también a la espalda y al pecho en muchos de los casos, e incluso a la parte alta de los brazos.
¿Por qué se produce?
El acné se considera una enfermedad de origen multifactorial que involucra la influencia hormonal de los andrógenos junto con la producción excesiva de sebo, alteración de la queratinización, inflamación, una dieta inapropiada, factores genéticos y estimulación del sistema inmunológico innato por varias vías, incluida la hipercolonización bacteriana por Propionibacterium (Cutibacterium) acnes.
Actualmente, se tiende a diferenciar dos tipos de acné: el común o juvenil; y el denominado acné de la mujer adulta. El primero, es consecuencia del estado de hiperseborrea normal de la adolescencia, y es tan frecuente que lo sufren el 85% de los púberes. En el caso de las mujeres, especialmente a partir de la mayoría de edad (la media está en los 24 años de edad), se desarrolla el segundo tipo de acné, que es de origen más complejo, y requiere prestar atención a otros signos de hiperandrogenismo como menstruaciones poco frecuentes o irregulares, vello en zonas típicamente masculinas (hirsutismo), caída progresiva de cabello (alopecia androgenética), infertilidad, hiperseborrea (piel o pelo graso), ovarios poliquísticos, agrandamiento de clítoris (clitoromegalia), y obesidad troncal. La incidencia de este segundo tipo de acné ha aumentado drásticamente en los últimos 15-20 años. En las mujeres de mayor edad, este acné suele presentar brotes previos a la menstruación y empeorar con el estrés.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es fundamentalmente clínico atendiendo a la presencia de las lesiones referidas, por lo que con la valoración médica en consulta suele ser suficiente. Sin embargo, en no pocas circunstancias, se requiere un estudio analítico, que puede asociar un estudio hormonal. Esto último, frecuentemente ocurre cuando se presenta en mujeres adultas.
¿Cuál es la importancia del acné?
En muchos casos, sobre todo, en el caso de los adolescentes, la presencia de acné se asocia a problemas de autoestima, que en algunos casos pueden desembocar en el desarrollo de una depresión, o problemas de psicológicos de diversa índole al encontrarse en una etapa crucial para la formación y desarrollo de la personalidad, y las relaciones sociales. Además, los estudios más recientes indican un impacto psicológico, aun más, negativo, y hasta ahora infraestimado, en el caso de las mujeres adultas, aunque la severidad del acné sea menor que en los adolescentes, debido en parte a su curso más crónico.
Por otro lado, y en consonancia y consecuencia con lo anterior, la presencia de dichas lesiones de acné, puede conllevar la aparición de marcas y cicatrices irreversibles (aproximadamente el 20% de los casos), tanto más intensas cuanto más inflamatorio sea el acné.
En el caso de las mujeres adultas, y algunos jóvenes prepuberales, el acné es un signo de hiperandrogenismo. La causa más frecuente de este hiperandrogenismo, es sin duda, el Síndrome del Ovario Poliquístico (SOP). El SOP ocurre de hecho, en aproximadamente el 12-20% de las mujeres de la población general.
Precisamente por esta última causa, y debido a la gran incidencia de SOP con signos de hiperandrogenismo, como acné, vello corporal o facial excesivo, caída de cabello y obesidad, nace en la Clínica Millet, la unidad integral de acné.
Esta unidad está integrada por nuestro equipo de dermatología, ginecología y nutrición, ofreciendo valoración y soluciones individualizadas y de vanguardia en cada caso. Nuestro objetivo y compromiso, es tu salud, abordando la enfermedad desde un plano global con comunicación entre especialistas para un tratamiento unificado y en consonancia.
Así, por ejemplo, dependiendo de si se trata de un niño, adolescente, una mujer adulta, si hay muchas lesiones inflamatorias, si es una mujer en estado de gestación o en la lactancia, si lo que hay son cicatrices de un acné pasado, etc., realizaremos un abordaje diferente, siguiendo nuestros protocolos basados en evidencia científica, y sabiendo que además en muchos casos se requiere un tratamiento de mantenimiento. El estudio servirá también para descartar posibles enfermedades asociadas que justifiquen estas lesiones cutáneas. Y el tratamiento irá encaminado a la restauración de la salud plena de la piel, la función ovárica, fertilidad y control de peso. Para ello contamos con la última tecnología en limpieza facial y corporal, dispositivos lumínicos (láser vascular, luz pulsada intensa, terapia biofotónica o Kleresca, láser fraccionado o de marcas, láser de depilación), peelings, ecografía ginecológica y valoración del estado corporal y nutricional.
Ignacio Torres,
14 abril 2021
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Clínica Millet - Clínica de la Mujer
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