¿Un nuevo enemigo silencioso?
Si eres paciente de Clínica Millet (CM) y te hemos pedido una analítica recientemente, habrás visto 2 determinaciones nuevas: la PCR (Proteína C Reactiva) y la lipoproteína(a). Ambas indican niveles de inflamación.
¿Qué es la inflamación? La inflamación es un daño necesario mediante el cual nos defendemos contras las agresiones: desde pequeños, al ser atacados, los seres humanos activamos mecanismos defensivos -fabricamos unas proteínas y hormonas “defensivas”-. Sin ellas, ninguno de nosotros hubiésemos podido sobrevivir ni 1 año de vida.
Pero hoy empezamos a ver que la inflamación también puede dañarnos: cada vez más estudios relacionan inflamación, enfermedad cardiovascular, demencias y envejecimiento. ¿Te imaginas? Nuestras propias defensas pueden convertirse, sobre todo a partir de los 50 años, en un enemigo invisible para nosotros.
No te quiero confundir: en una persona fumadora, obesa, que sufre una enfermedad autoinmune o crónica, es normal encontrar niveles elevados de sustancias inflamatorias. Lo que no es normal es encontrar estos niveles en personas aparentemente sanas.
Aquí está el problema.
Un reciente estudio publicado en el New England Journal of Medicine me ha parecido muy interesante (1). Lo firma el dr. Ridker, profesor en Harvard. Hace más de 30 años, su grupo de investigación observó que algunas personas sanas, con niveles normales de colesterol, presentaban infartos y/o hemorragias cerebrales; desde entonces han trabajado para determinar la causa de estas enfermedades. A partir de esa observación, desarrollaron una hipótesis muy atractiva: no sólo el colesterol sino también la inflamación puede aumentar el riesgo cardiovascular.
En el estudio que acaban de publicar demuestran que la determinación de biomarcadores de inflamación – PCR y lipoproteína(a)- predicen notablemente el riesgo cardiovascular a 30 años vista, especialmente en mujeres. Los autores han realizado el seguimiento durante más de 30 años de un grupo de 27,939 mujeres sanas, encontrando que aquellas con niveles elevados de lipoproteína(a), PCR y colesterol “malo” (LDCc) tienen un riesgo mucho mayor de tener problemas cardiovasculares graves (infartos, accidentes cerebrovasculares). Cuando estos 3 biomarcadores se evalúan conjuntamente, predicen mejor el riesgo que cuando se evalúan por separado.
¿Qué aplicaciones prácticas tiene, en mi opinión, este estudio? Para empezar, mejora la determinación del riesgo CV a largo plazo: los modelos predictivos disponibles hasta ahora se detienen a los 10 años y este modelo nos informa del pronóstico a 30 años. Además, disponer de información que va más allá del colesterol, mediante la medición de PCR y Lipoproteína(a), nos da una información más precisa. Nos ayudará a concienciar a algunas pacientes “sanas” pero de alto riesgo para que cambien su estilo de vida por uno más saludable, para que se sometan a estudios cardiovasculares – electrocardiograma, control de tensión, analíticas, pruebas de esfuerzo, TAC de coronarias- y para que inicien tempranamente tratamientos farmacológicos para reducir no sólo el colesterol “malo” – monacolina, estatinas- sino también y la inflamación en general – suplementos antinflamatorios-. La colchicina y los nuevos fármacos para perder peso – GLP-1- quizás nos sean de gran ayuda en el futuro para reducir los niveles de inflamación.
¿Mi conclusión? Es necesario ir “más allá” del colesterol. Hay que considerar la inflamación de forma temprana y mantener el foco en ella a largo plazo.
Dr. Antón Millet
Bibliografía:
------ - Clínica Millet - Clínica de la Mujer Médicos especialistas en ginecología, reproducción, diagnóstico prenatal, preparto y posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética en Valencia.